jueves, 12 diciembre 2024

Ayerdi: “Se están creando muchas más empresas de las que se destruyen”

El consejero de Desarrollo Económico y Empresarial no cree que la redistribución de algunas áreas que gestionó en el anterior Ejecutivo vaya a mermar la eficacia del Gobierno. En una entrevista concedida a NavarraCapital.es, afirma también que aprobar la supresión del impuesto al patrimonio empresarial tenía "toda la lógica del mundo".


Pamplona - 20 noviembre, 2019 - 06:00

Ayerdi es una de las nueve personas que integran el Centro de Promoción de Mondragon. (Foto: Javier Ripalda / archivo)

Manu Ayerdi, consejero de Desarrollo Económico y Empresarial del Gobierno de Navarra, ha visto recortadas sus competencias para la actual legislatura. Pero conserva la responsabilidad de velar por la buena marcha de la economía navarra con retos tan importantes como mantener y aumentar su competitividad en el actual contexto de desaceleración, el desarrollo de la S3 o la transición hacia el vehículo eléctrico, entre otras.

La presidenta del Gobierno navarro y la consejera de Economía y Hacienda, Elma Saiz, han impulsado la modificación de la política impositiva del anterior Ejecutivo, por ejemplo en lo que se refiere al patrimonio empresarial. De hecho, el Ejecutivo foral ya ha probado su supresión, a expensas de que la ratifique el Parlamento. ¿Quién se equivoca o quién acierta?
En la pasada legislatura, ya trasladé que la tributación en el impuesto de patrimonio de los bienes empresariales debíamos corregirla. En ese sentido, la posición de la consejera Elma Saiz y la presidenta me parece correcta, pero la política fiscal es muy compleja.

Las organizaciones empresariales han dicho que la política fiscal navarra ha provocado deslocalizaciones. ¿Es eso cierto?
Es complicado saberlo, hay que esperar, ver los números y las estadísticas que hace Hacienda sobre los contribuyentes… Es difícil tener información que diga si en concreto, por el impuesto de patrimonio, se ha tomado una u otra decisión. Pero insisto en que corregir esa tributación tenía toda la lógica del mundo.

“El impuesto por excelencia es el de sociedades. Y siempre he dicho que el de Navarra es compensado, equilibrado y razonable”.

En cualquier caso, ¿tiene información de que se hayan producido deslocalizaciones? ¿Cuántas?
No sabría decir si se ha producido alguna… Repito que creo que no debíamos mantener el impuesto porque generaba un posible riesgo innecesario, sobre todo en una cuestión que tampoco era tan significativa en cuanto a recaudación.

También se ha ligado la política tributaria con el cierre, según algunos informes de entidades privadas, de hasta 600 empresas en dos años…
Eso, rotundamente, no es así. Ahí sí que las estadísticas oficiales demuestran que en 2018 y este año también se están creando claramente muchas más empresas de las que se están destruyendo. Con toda seguridad. Utilizar argumentos como ese es carecer de rigor absolutamente. El tema fiscal es muy amplio, el impuesto por excelencia es el de sociedades y siempre he dicho que el de Navarra es compensado, equilibrado y razonable, que trata de incentivar aquello que nos interesa desde la Estrategia de Desarrollo Regional, desde la Estrategia de Especialización Inteligente. Porque es un impuesto que promueve muy bien la I+D+i y la inversión, dos parámetros que nos interesan a todos. Yo, desde luego, esa información no la comparto en absoluto.

Manu Ayerdi despacha con su jefa de gabinete, Amaia Arrizabalaga.

El Índice Autonómico de Competitividad Fiscal, elaborado por la Fundación para el Avance de la Libertad, dice que Navarra ha caído del puesto séptimo al decimocuarto.
Es un estudio de una organización privada que no tiene en cuenta el impuesto de sociedades. ¿Cómo se puede hablar de competitividad empresarial sin sociedades? Meten patrimonio, sucesiones, IRPF, impuestos locales… Hombre, que no esté el de sociedades es bastante significativo. La fiscalidad es un tema importante, sin duda, pero no el más determinante a la hora de que una empresa quiera venir a Navarra o irse a otro lugar. Es mi opinión, pero hay estudios que apuntan también a elementos como la disponibilidad de recursos humanos, la seguridad jurídica, la cercanía de la administración, la conectividad del lugar… La fiscalidad está como un elemento más, importante, pero no en el top uno ni en el dos.

“La fiscalidad es un tema importante, pero no el más determinante a la hora de que una empresa quiera venir a Navarra o irse a otro lugar”.

¿Nota algún cambio de actitud entre los empresarios con la llegada del nuevo Gobierno?
En estos cuatro últimos años hemos tenido una relación franca, directa y positiva. Podía haber cuestiones en las que no estuviésemos de acuerdo y eso se trasladaba directamente. Creo que ha habido por ambas partes voluntad de poner el foco en Navarra, de trabajar a medio y largo plazo para construir un territorio más competitivo en lo económico, sin olvidar la importancia de la cohesión social y territorial. Y ese compromiso se mantiene desde luego por nuestra parte. Pienso que el mundo empresarial, en la medida que tiene al mismo interlocutor delante con el mismo equipo, se siente razonablemente cómodo. No, no he percibido un cambio de actitud relevante.

Muchos le identifican como el ‘padre’ de la S3. ¿Progresa adecuadamente?
Como cualquier otra estrategia, debe tener la capacidad de adaptarse a las necesidades. Ha sido objeto de una auditoria externa precisamente para que nos digan qué funciona bien y qué se puede mejorar. Seguro que hay cosas que se pueden mejorar y estamos permanentemente en esa disposición. Pero creo que la S3 goza de buena salud. Como es una estrategia hasta 2030, para ser capaces de compatibilizar el largo plazo con el corto creamos los Retos Estratégicos 2017-19. Ahora tenemos la tarea de evaluarlos y fijar los correspondientes al periodo 2020-23. Será el momento de estudiar posibles cambios.

El Espejo de NavarraCapital.es revela un grado de conocimiento de la S3 de 4,72 puntos sobre diez por parte de las empresas. Y estas le dan un 4,92 en utilidad. Datos un poco bajos, ¿no cree?
Bueno, que sea en torno a un 5 sobre 10 no se si valorarlo como una nota buena o mala… Lo más positivo es que ha llegado con ese grado de conocimiento y vamos a seguir con el mismo marco, se ha producido un cambio de Gobierno y no se ha quitado una cosa para empezar con otra. Eso es muy positivo y va a ayudar a que se conozca más, a que se difunda todavía más y a que trabajemos más.

Navarra tiene una importante dependencia de la automoción. ¿Ve con preocupación los tiempos de incertidumbre que vive este sector?
No sé si la palabra es preocupación… Desde luego, sí es ocupación. Es verdad que el sector va a vivir cambios enormes que, según cómo los gestionemos, podrán ser una oportunidad o una amenaza. Tenemos la suerte, entre comillas, de que Volkswagen tiene en el corto plazo una situación razonablemente positiva, como la industria auxiliar y de componentes, y tenemos que aprovechar esa circunstancia para hacer los deberes del medio y largo plazo.

“Es muy positivo que la S3 siga con el mismo marco. Ha cambiado el Gobierno y no se ha quitado una cosa para empezar con otra”.

Contamos con agentes que llevan dos o tres años trabajando con fuerza. En la parte privada, el clúster ACAN que, poco a poco, ha ido incorporando empresas y ya son más de 45 socios, va consolidándose y haciendo proyectos a través de las convocatorias de clústeres del Gobierno de Navarra, orientados a trabajar en los retos de competitividad del sector. Tenemos la plataforma del vehículo eléctrico autónomo y conectado, Naveac, trabajando para preparar al sector a esa nueva realidad, y hay proyectos tan importantes como ‘Navarra zona de testeo’, que busca posicionarla como un lugar idóneo para probar aquí las nuevas tecnologías de ayudas a la conducción autónoma. Además, me he marcado como reto que podamos hacer alguna iniciativa industrial en el ámbito de las baterías eléctricas (China está estudiando implantar una fábrica en Navarra).

 

El consejero de Desarrollo Económico y Empresarial, durante la entrevista con NavarraCapital.es.

Pero el sector no parece estar preparándose para ese cambio que viene…
El sector privado está tomando conciencia de esta realidad, sabe que vienen cambios con el vehículo eléctrico, con el autónomo conectado y con el modelo de negocio porque la movilidad va a ser distinta. Y también se está dando cuenta de que es fundamental atacarlo desde la colaboración. Seguramente lo que hay que hacer es ir muy de la mano el sector público y el privado, Volkswagen y clúster, Sodena y Gobierno, para definir muy bien cuáles son los retos estratégicos y consigamos que sea una oportunidad para Navarra más que una amenaza.

En este campo, casi todo pasa por Volkswagen. ¿Le han hecho partícipe de los planes a futuro para la planta de Landaben?
La relación es permanente. El propio Emilio Sáenz dijo que 2020 va a ser un año interesante para ver cuánto de rápido, o de lento, se va a mover el vehículo eléctrico. Vemos cómo Volkswagen ha escogido a Alemania y China como puntales para avanzar en ese camino, pero estamos compartiendo con Volkswagen Navarra proyectos tan importantes como ‘Navarra zona de testeo’, que valora como un proyecto de valor añadido notable. Y por supuesto, en el ámbito discreto trabajamos con ellos con una única mirada: que Navarra genere más valor a Volkswagen y que Volkswagen genere más valor al territorio, de modo que la posición de la fábrica dentro de la multinacional sea la mejor posible, que esté entre las mejor consideradas en los rankings de prestigio, productividad, eficiencia, capacidad de aportar conocimiento, etc.

“Tenemos que conseguir que el cambio que llega al sector automovilístico sea una oportunidad y no una amenaza”.    

Sus responsabilidades son ahora menores. ¿Le preocupa la dispersión de asuntos entre varias consejerías, con una posible merma de eficacia? Innovación, por ejemplo, ¿no era más lógico que siguiera en un departamento que se llama Desarrollo Económico?
Un Gobierno debe ser, siempre, un equipo. Y la clave está en que además de que cada consejero y cada consejera trabaje en las cuestiones que son de su competencia, haya buena relación de equipo. Lo era antes con nueve consejerías y ahora con trece también. En mi caso en particular, ya no llevo la parte de Obras Públicas y Transporte y hay otra, que es la de I+D+i, de la que mantengo una parte y otra pasa al nuevo Departamento de Universidad, Innovación y Transformación Digital. La relación con el consejero Cigudosa y su equipo está siendo muy buena, creo que hemos definido bien de qué se va a ocupar cada uno y que vamos a trabajar muy unidos. Juan Cruz y su equipo van a aportar cosas nuevas, ideas frescas y una capacidad de profundizar en los objetivos de la S3, en lo que se refiere a potenciar las universidades y su relación con el mundo empresarial y los centros tecnológicos, la captación de talento… ¿Preocupado? No, muy tranquilo e ilusionado ante el trabajo que podemos hacer conjuntamente. Por ejemplo, vamos a ir de la mano en el tema del Polo de Innovación Digital, también con Ordenación del Territorio y con Europa, y en el de la Estrategia de Medicina Personalizada, en este caso con el Departamento de Salud. Es más, creo que así, con la participación de varios departamentos, pueden hacerse proyectos más sólidos y fuertes.

También se ha ‘librado’ del TAV, que requirió mucha dedicación por su parte. ¿Siente alivio, además de por aligerarse su carga de trabajo, por haber dejado el asunto más o menos encarrilado?
A ver… El corredor ferroviario para mercancías y pasajeros, uniendo el Cantábrico con el Mediterráneo y a través del Cantábrico con Europa, es una infraestructura clave para Navarra. Siempre lo he dicho, es estratégico. Todo lo que el consejero Bernardo Ciriza pueda requerir lo va a tener por nuestra parte porque es un proyecto del Gobierno. Si está encarrilado o no… Yo creo que aquí lo tenemos claro y en Madrid parece que también. Nos toca exigir a quien tiene la competencia, que es Madrid, que priorice, actúe y ejecute, presionar para que las cosas avancen no en un tramo, sino en todo el corredor. Y eso dependerá de que haya en Madrid voluntad política y dinero. El dinero hay que ponerlo cuando se está en el momento de ejecutar obras, pero la voluntad política se demuestra en las fases previas. Antes de ejecutar, hay que hacer muchísimas cosas. Por ejemplo, en la conexión con Euskadi estamos todavía definiendo dónde irá y, una vez se decida, no sé si habrá que hacer un nuevo estudio informativo, la declaración de impacto ambiental, redactar los proyectos… La clave es que haya mucha voluntad en Madrid y que, cuando llegue el momento de las obras, haya dinero. Nuestro papel será el de presionar en ese sentido.

¿Cómo ha previsto el presupuesto del departamento? ¿Cuáles van a ser las principales partidas?
Estamos en ello. Las principales partidas van a ser las ayudas a las empresas para I+D+i, tanto en la convocatoria de proyectos de empresas como de proyectos estratégicos, y la partida de ayudas a la inversión. Luego va a haber partidas cualitativamente muy importantes para poner en marcha proyectos relevantes, pero estamos en fase de afinar, de calcular… En breve, habrá ocasión de explicarlo con detalle.

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