viernes, 19 abril 2024

Del paro a los fogones

Los participantes del programa 'Gastro Innova', impulsado por la ONG Acción contra el Hambre para ayudar a personas en situación de vulnerabilidad, ofrecieron una degustación a veinticinco invitados en Casa Gurbindo. Fue su última prueba, tras un ciclo formativo, antes de lanzarse de lleno al mercado, donde esperan desarrollar sus propuestas gastronómicas. Esta es su historia.


Pamplona - 25 agosto, 2020 - 07:00

Los participantes de 'Gatro Innova' ultiman sus presentaciones. (Fotos. Víctor Ruiz).

Son seis mujeres y un hombre valientes que han decidido emprender en un momento tan complicado como el actual. Son, además, personas en situación vulnerable; están inscritas en el desempleo; y algunas de ellas son solicitantes de asilo o perceptoras de la renta garantizada que, en un momento dado, han buscado su propia vía de subsistencia. Es decir, desean desarrollar su propia idea de negocio como vía para alcanzar la plena inserción laboral.

Y todo ello no lo han hecho solos. Cuentan con el respaldo de la ONG Acción contra el Hambre y su programa ‘Gastro Innova’, incluido dentro de la iniciativa ‘Innovasocial‘ de las fundaciones ‘La Caixa’ y Caja Navarra. Estas impulsan un proyecto «único e innovador» destinado a facilitarles una oportunidad para poner en marcha su propia idea de negocio relacionada con la gastronomía, actividad en la que los participantes han demostrado conocimientos contrastados. «Incluso a alguno le ha servido para hacer sus pinitos dentro de una actividad hasta ahora informal», indicó Josefina García, técnica de Emprendimiento en Navarra y Euskadi de Acción contra el Hambre.

Las participantes del programa ‘Gastro Innova’ (salvó Daniel Tabarés, que no pudo acudir).

Este jueves, un grupo de veinticinco personas acudieron a la tercera y última degustación de los productos elaborados por estos emprendedores, que se celebró en Casa Gurbindo. Tras haber superado un periplo formativo de sesenta horas, en el que participaron maestros de la cocina como David Yárnoz, Pilar Idoate o Enrique Martínez, a los protagonistas de esta historia solo les falta ultimar su modelo empresarial en los próximos días antes de lanzarse definitivamente al mercado.

Ésa es, previamente, una de las grandes fortalezas y, a la vez, diferencias que este programa presenta con respecto a otros de similares características. «No nos hemos querido limitar a formar ni somos un curso de cocina al uso, sino que hemos buscado que las ideas y proyectos que ellos tenían se desarrollen en todos los niveles hasta la puesta a punto definitiva de un nuevo negocio», comentó García.

CRÓNICAS CARNÍVORAS

De este modo, de lo que fue un primer grupo formado por quince personas, las siete ya mencionadas están a punto de hacer realidad su sueño y convertirse en la primera promoción de este programa. Una vez lo terminen, Acción contra el Hambre les hará un acompañamiento final, que incluye facilitarles la obtención de un microcrédito con el que iniciar su proyecto empresarial. En ese sentido, la colombiana Francy Bermúdez lo tiene muy claro. Y así lo expuso a sus comensales. Su sueño tiene forma de un food truck, que llevará por nombre Gigantes y Cabezudos. Desde allí confía en hacerse un hueco con su «bocata contra el hambre», que solo por su nombre nos da idea de las dimensiones de un elaborado al estilo de aquel mítico «Crónicas Carnívoras» de la tele. «Quien lo pruebe se va a acordar de mi», apostilló.

Dejando a un lado la anécdota, Francy es una mujer hecha a sí misma. «Vine hace tres años a España con mi hijo para darle una oportunidad y que pudiera superar el tumor que padecía», explicó. La enfermedad se fue y, ahora, junto a su hijo, la otra niña de sus ojos es ese Gigantes y Cabezudos, donde quiere compartir todo lo mejor que ha encontrado en España con los sabores y texturas de su país.

«No nos hemos limitado a formar, sino que hemos buscado el desarrollo completo de la idea de negocio hasta su lanzamiento en el mercado», Josefina García.

Una idea similar definieron otras de las participantes. Por ejemplo, Mairim García, venezolana de 25 años que agasajó a los comensales con unas arepitas fritas con relleno de ibérico y salsa de ajo especial. Apenas lleva diez meses en España y su propósito es estar al frente de una cafetería donde se mezcle lo latino con el producto local. También destacó la propuesta de la italiana Stefánia Certad y su proyecto para proveer de ragú al sector HORECA (hoteles y restaurantes). Un producto transalpino «cien por cien original y casero», que es el complemento ideal para muchos platos. En su caso, Certad ofreció la posibilidad de disfrutarlo en un formato clásico «alla Bologneses en lagsana» y otro «bianco con funghi porcini en bruscheta». Ambos deliciosos, por cierto.

DE ERITREA A AOIZ

Farha Johan, por su parte, es una eritrea profesora de árabe que vivió durante una temporada en Arabia Saudí y que recaló en Pamplona hace ahora justo un año. «Mi negocio son los platos árabes», especificó. Y, para ello, elaboró un espectacular shawarma de pollo que, en forma y textura, sería equiparable a una especie de burrito mexicano. Fue uno de los platos más alabados en la degustación.

Apenas les queda una semana para ultimar su plan de negocio. Posteriormente, los participantes recibirán acompañamiento para lograr un microcrédito.

Completó el plantel Arantza Larrea. La agoizka vino a representar la nota local del grupo. Y sobresalió por sus amplios conocimientos de todo lo que tiene que ver con la cocina vegana y el uso gastronómico de las flores.

«Soy una apasionada de la naturaleza y gastronomía«, aseguró. Y eso se reflejó en su paleta de aperitivos vegetarianos y la tarta vegana de limón y coco sin gluten, para la que contó con la colaboración del resto de sus compañeros: «Mi apuesta es por la comida vegetariana vinculada a un producto eminentemente local y con reminiscencias de nuestros bosques y campos».

Entre los asistentes a la degustación, hubo profesionales vinculados al sector del 'catering'.

Entre los asistentes a la degustación, hubo profesionales vinculados al sector del ‘catering’.

El único que faltó a la cita fue el colombiano Daniel Tabares. Su propuesta era un Bloody Mary, pero no pudo presentarla en persona puesto que le había salido ya un primer trabajo de noche. «Esto confirma la validez profesional y humana de todos los que participan con nosotros», afirmó Josefina García. A través de ella, este medio pudo saber que Daniel es un joven de 22 años «que está buscando abrirse su propio camino». Tal vez esta fue la nota distintiva de todo un grupo tan heterogéneo como ilusionado con su proyecto de vida. A todos ellos y ellas, las mayores de las suertes. ¡Ah! Y ya se anuncia para septiembre la segunda edición del programa.

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