El Servicio de Economía Circular y Cambio Climático del Gobierno de Navarra ha denegado la autorización ambiental unificada a la firma navarra Rinacon Gestión para poner en marcha una planta de gestión de residuos en Cárcar. Tal y como adelantó Navarra Capital, la firma de Andosilla, tras experimentar un “importante crecimiento” en los últimos años, adquirió las instalaciones de la antigua Conservas Cárcar con el fin de convertirla en una nueva planta para la gestión de residuos.
La resolución del Ejecutivo foral, “que no agota la vía administrativa”, llega después de que el Ayuntamiento de Cárcar informara “desfavorablemente” sobre el proyecto al considerarlo “no compatible con el planeamiento urbanístico (de la localidad) ni con el marco legal y normativo urbanístico” aplicado a la parcela.
La empresa esperaba emplear a catorce trabajadores en la sede de Cárcar
En este sentido, el Consistorio hizo referencia a las dos actividades que la firma proyectaba llevar a cabo en las instalaciones: el procesado de residuos industriales y la producción de compost a partir de restos orgánicos procedentes de la industria conservera, paja y restos de producción de champiñón. Así, explicó que esta última actividad “no resulta autorizable” en el emplazamiento previsto porque la parcela “se encuentra contigua al casco urbano de Cárcar”, así como de “una zona que servirá para una futura expansión del municipio y que contempla la construcción de 170 viviendas”.
Al mismo tiempo, el informe municipal señaló que el proyecto “incumple” los criterios del Plan de Residuos de Navarra para la implantación de nuevas infraestructuras de residuos. Y, por último, también recordó que la actividad de producción de compost es “especial y debe ubicarse en el suelo no urbanizable y no cabe asimilarlo a una actividad de producción industrial”. De esta forma, la propuesta de resolución fue sometida a un trámite de audiencia al titular de la instalación durante un periodo de quince días, “sin que el mismo haya presentado alegación alguna a dicha propuesta”.
EL PROYECTO
La parcela de Cárcar tiene unos 42.700 metros cuadrados, divididos entre la zona destinada a la actividad industrial (19.313 metros cuadrados) y una gran área sin edificar (23.386 metros cuadrados). Dentro de la parcela hay varias naves, cuya superficie total asciende a 8.956 metros cuadrados. Pero se trata de instalaciones “inadecuadas y poco prácticas” para el desarrollo de la actividad de Rinacon Gestión, motivo por el que la firma quería demoler el 45 % del conjunto.
Ahora bien, preveía mantener tres naves de la edificación original, donde proyectaba procesar los residuos. En concreto, en esa zona se iban a ubicar las oficinas y los almacenes de residuos, así como la maquinaria para prensar cartón y plásticos, triturar madera y recuperar palés. La compañía esperaba emplear a catorce trabajadores en esta sede, que se suma a la que ya posee en Andosilla y a la planta de biomasa proyectada en Landaben.