Ana Ibáñez es química, un trabajo que le ha llevado a ejercer cargos en diversos laboratorios y departamentos de calidad. Aunque es riojana, su trayectoria la trajo a Navarra hace quince años y vive en Tudela desde hace siete. En toda su experiencia profesional, siempre se había fijado en una constante que poco tenía que ver con sus estudios: la paquetería era un trabajo «muy agotador». Y ella, que conocía el sector de la logística por su entorno familiar, solía terminar echando una mano a los compañeros que se encargaban de estas labores.
«Esa responsabilidad exige que inviertas mucho tiempo y esfuerzos porque, cuando eres una empresa que hace envíos puntuales, hay que llamar a las distintas compañías, pedir sus precios, gestionar las incidencias, averiguar la documentación para envíos internacionales… Además, es muy difícil contar con personas dentro de las grandes firmas que puedan ofrecerte una asistencia personal», explica Ibáñez a Navarra Capital.
Por eso, tras quedarse en paro hace dos años, la idea de una plataforma de paquetería surgió naturalmente como una oportunidad para reinventarse. Una intuición que encuentra respaldo en las cifras del sector. Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), la logística en España incrementó su cifra de negocio en un 18,9 % el año pasado. Este aumento fue espoleado por «el repentino incremento del comercio electrónico, que creció más de un 25 %, así como por la relevancia que adquirieron estos servicios por las limitaciones de capacidad y la congestión del transporte aéreo y marítimo», señala un informe de McKinsey & Company.
Tras un año de desarrollo, Ibáñez lanzó el pasado abril Sendglo, plataforma que cuenta con una oficina en la Ciudad Agroalimentaria de Tudela (CAT). ¿Su objetivo? Acabar con los obstáculos que se encuentran las empresas sin grandes volúmenes de envíos.
«Su funcionamiento es parecido al de Booking. Introduces el origen, el destino y las medidas del paquete para que la herramienta devuelva las mejores ofertas de las diferentes compañías», detalla.
La firma tudelana se dedica a negociar tarifas más económicas por volumen con las grandes compañías de la logística para poder ofertarlas en su sitio web. «Estas empresas se centran, sobre todo, en aquellas cuentas que tienen grandes volúmenes de envíos, por lo que a menudo no ofertan servicios tan especializados a clientes más pequeños y puntuales. De ahí que Sendglo se dedique expresamente a este perfil», apunta Ibáñez. De momento, la herramienta integra los precios de CorreosExpress y de UPS, aunque espera incorporar más opciones.
PERFIL DEL CLIENTE
La plataforma de Sendglo tiene dos partes. La primera es un comparador de precios accesible a través de su sitio web. Pero también cuenta con un sistema para que las empresas y los particulares «puedan crear sus cuentas, tengan registro de los envíos que han hecho, hagan seguimiento de sus paquetes o guarden archivadas las facturas».
Al mismo tiempo, esta herramienta se complementa con un servicio de acompañamiento para las compañías. En este sentido, quiere captar a aquellas firmas que se encuentran en zonas alejadas de núcleos urbanos, porque les es «mucho más difícil» encontrar servicios, o a aquellas que tienen que enfrentarse a la documentación exigida para traslados internacionales como las agroalimentarias.
«La idea es combinar lo mejor de un servicio optimizado y global con la cercanía de un negocio local. Por eso, desde Sendglo asesoramos sobre qué compañías de paquetería trabajan mejor según qué zonas para envíos tanto nacionales como internacionales», detalla.
La plataforma, cuyo mercado es nacional, ha tenido «una buena acogida» en los primeros tres meses de andadura. De hecho, ya cuenta con algunas cuentas de empresas. «Estamos trabajando con alguna bodega para envíos nacionales e internacionales, sobre todo, de muestras», concreta Ibáñez. Así mismo, varios particulares han contratado sus servicios, sobre todo «estudiantes de Andalucía, Madrid y Valencia que vuelven a casa después de graduarse de sus universidades».