Mezcló palos al Gobierno central y navarro con un evidente optimismo ante el nuevo escenario que se vislumbra en la pandemia gracias al proceso de vacunación. José Luis Yzuel, presidente de la Confederación Empresarial de Hostelería de España, visitó este jueves Capital Directo, espacio informativo de NavarraCapital.es que cuenta con el patrocinio de Banco Santander. Un encuentro digital en el que vaticinó que el semáforo para la hostelería «se quedará en nada». De hecho, seis comunidades autónomas que «representan al 65 % de la población del país» ya se han posicionado en contra.
«Si las medidas son de obligado cumplimiento y no se cumplen, ¿se irá la ministra Carolina Darias a casa?».
La entrevista tuvo lugar tan solo unas horas después de que el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud ratificara que el ‘Documento de actuaciones de respuesta coordinada para el control de la transmisión de la Covid-19′ pase a ser vinculante. Es decir, de obligado cumplimiento para las comunidades autónomas.
Sin embargo, la medida se topó con el rechazo frontal de Madrid, Cataluña, Andalucía, Galicia, Murcia y País Vasco, además de la abstención de Castilla y León y Melilla. Por eso, la iniciativa planteada por el Ministerio de Sanidad generó fuertes críticas del invitado. Es más, resaltó que el Ministerio «ha hecho el ridículo» y se encuentra en un momento de «desprestigio absoluto» justo cuando «los indicadores mejoran». «Dicho en aragonés, ha meado fuera del tiesto», enfatizó.
Las medidas pretenden regular el ocio nocturno y la restauración basándose en tres niveles: nueva normalidad y riesgo bajo, riesgo medio y riesgo alto y muy alto. Así, afectan de forma diferente a los territorios en función de la incidencia del virus y hay comunidades, como la de Madrid, que se verían obligadas a dar marcha atrás en su política de flexibilización. De ahí que la presidenta de dicha región, Isabel Díaz Ayuso, las tildara de «imposición política arbitraria»: «Que conmigo no cuenten para arruinar a más ciudadanos».
Acto seguido, el entrevistado se dirigió directamente a la ministra del ramo, Carolina Darias, para pedirle que se responsabilice de la posible repercusión que tenga esta decisión. «Si (las medidas) son de obligado cumplimiento y no se cumplen, ¿se irá a casa?», cuestionó.
No obstante, Yzuel se mostró optimista y confiado de cara al futuro. Por ejemplo, auguró que la ocupación hotelera llegará al 50 % «antes de fin de año». Y ahora que «se empieza a ver la luz al final del túnel», pidió agilizar el ritmo de la vacunación porque considera que es la vía para llegar a la senda de la recuperación: «Hay que vacunar por tierra, mar y aire».
«Hay que vacunar por tierra, mar y aire».
En ese sentido, aseguró que será clave para volver a abrir el país al turismo exterior y revertir decisiones como la adoptada por el Reino Unido, que niega la consideración de destino seguro a España. «Necesitamos a los británicos», advirtió.
El presidente de la Confederación Empresarial de Hostelería de España también tuvo duras palabras para la gestión del Ejecutivo foral respecto a su sector. «Las autoridades navarras han sido muy crueles con la hostelería», resaltó molesto. Y, así mismo, detalló que ya se han presentado entre 3.000 y 4.000 reclamaciones patrimoniales contra el Estado por el daño causado, que en el futuro podrían dirigirse igualmente contra las administraciones autonómicas. De ellas, un centenar corresponde a hosteleros navarros, tal y como adelantó NavarraCapital.es.
La apertura del ocio nocturno en las regiones que se encuentren en riesgo medio y bajo fue otro de los temas que abordó. A este respecto, reconoció que «es bueno empezar a hablar de ello». No obstante, lamentó que llegue «después de catorce meses sin soluciones y con medidas medievales».
Al mismo tiempo, se mostró convencido de que los ERTE «decaerán» a partir del 30 de septiembre, una vez termine la prórroga actual. Pero volvió a mostrarse esperanzado al concluir que el país se encuentra «en vísperas de que la situación cambie de forma radical y las restricciones prácticamente no existan». En esa nueva coyuntura, «habrá hueco para las empresas que siguen vivas».