Nació el pasado 16 de marzo como una ola de solidaridad, como un movimiento inspirador al que se sumaron unos 700 navarros en pocos días. Después de que a nivel nacional surgiera el foro AIRE (Ayuda Innovadora a la Respiración), los makers de la Comunidad foral, con sus impresoras 3D como arma, se lanzaron a producir pantallas protectoras para los sanitarios de la región, ávidos de EPI.
Así se dio forma al movimiento #AyudaMakersNavarra, que coordinado por Daniel Los Santos, Juan Feligreras, Jesús Mayo, Sergio Pérez, Aimar Romeo, Javier García, Jesús Henríquez Azcona, Sergio López, Mikel Arbeloa, Javier Baztán y Sergio Ruiz, aglutinó a particulares y profesionales de distintas empresas en torno a una misma causa. Todos trabajaron de forma altruista en un momento especialmente crítico. Había personas de Pamplona, Tudela, Azagra, Zona Media, Baztan, Tierra Estella, Sakana, Sangüesa…
Ahora, dos semanas después, el movimiento anuncia su disolución. “Hemos cumplido el objetivo. #AyudaMakersNavarra nació para ayudar a nuestro personal sanitario a luchar por nosotros, para cuidar a quienes nos cuidan. Y eso, entre todos, lo hemos conseguido. Hemos fabricado cerca de 20.000 pantallas y hemos proporcionado protección cuando se necesitaba”, explican desde #AyudaMakersNavarra.
CARTA DE DESPEDIDA
Este viernes, los coordinadores han enviado una carta a todos los integrantes de la iniciativa, en la que les han comunicado la noticia y les han trasladado su “más sentido agradecimiento” por la labor llevada a cabo. “No es una decisión fácil, pero hemos consensuado que es lo mejor”, señalan en el texto.
“No nos lo han hecho sencillo y ha habido momentos en los que todos lo hemos pasado mal. Pero como hemos venido repitiendo, las medallas a la vitrina y las pantallas al hospital”.
La misiva repasa la andadura del grupo. Los promotores se conocieron por Telegram, donde empezaron a idear un primer prototipo de pantalla protectora producido con filamento PLA, papel de acetato y gomas elásticas, que “cubría la cara de los usuarios y evitaba el contacto de salpicaduras y fluidos”.
Así, el 21 de marzo entregaron cinco unidades en el Complejo Hospitalario de Navarra (CHN). Y los profesionales, “encantados con la iniciativa“, les solicitaron más, apuntan. A partir de ahí, la comunidad “creció, se organizó y autogestionó” para tener todas las zonas de Navarra cubiertas, no solo Pamplona y su Comarca, sino “todos y cada uno de los pueblos y, especialmente, las zonas rurales más despobladas”.
LAS DIFICULTADES
La sociedad navarra, rememoran, “demostró una vez más su enorme solidaridad”. “No nos lo han puesto fácil, vosotros lo sabéis mejor que nadie. No nos lo han hecho sencillo y ha habido momentos en los que todos lo hemos pasado mal. Pero como hemos venido repitiendo durante estos quince días, las medallas a la vitrina y las pantallas al hospital”, reivindican en alusión a las dificultades que sufrieron por no contar con una homologación oficial para sus pantallas.
“Los ‘makers’ de Navarra no dicen adiós, sino hasta luego. Van a estar siempre ahí y volverán siempre que se les necesite”.
El colectivo insiste en que Navarra “ahora dispone de los medios necesarios para proporcionar material de protección” a los sanitarios, tras el diseño de un protocolo por parte del Gobierno foral. Un documento que fue anunciado el pasado 26 de marzo y a partir del cual se espera impulsar la fabricación homologada de entre 600 y 800 pantallas faciales de protección al día. Es más, la Comunidad Valenciana también ha aprobado la producción de estos equipos conforme a las pautas recogidas en dicho texto.
AGRADECIMIENTOS
“Ha sido para nosotros un placer trabajar mano a mano con el Colegio Oficial de Enfermería de Navarra, el Colegio Oficial de Ingenieros Industriales de Navarra (COIINA), el Colegio Oficial de Médicos de Navarra, DYA, Cruz Roja, SAR, Policía Foral, Policía Municipal, Protección Civil, Guardia Civil, ayuntamientos… Estamos inmensa e infinitamente agradecidos a todas y cada una de las personas que habéis aportado. Los ‘makers’ de Navarra no dicen adiós, sino hasta luego. Van a estar siempre ahí y volverán siempre que se les necesite”, remata el movimiento.