viernes, 26 abril 2024

Emilio Garrido: “Los trabajadores felices son un 37% más productivos”

El psicólogo clínico habla de la ‘Ciencia de la Felicidad’ y de las herramientas para ser felices en un curso organizado por Cámara Navarra, que está dirigido a las empresas que quieren directivos y empleados más contentos.


Pamplona - 11 marzo, 2019 - 06:00

El catedrático y doctor en Psicología, Emilio Garrido, en Cámara Navarra.

¿Quién no conoce a personas que solo con tenerlas cerca desprenden energía positiva, alegría y buen rollo? Son aquellas que, ante las dificultades, saben afrontarlas y dar ejemplo de fortaleza. En el otro extremo, están esas otras personas que tienen la habilidad de ver siempre el lado negativo de las cosas, incluso cuando las circunstancias son buenas son capaces de mostrarse contrariados.

«El 40% de nuestra felicidad depende de nosotros».

Hasta no hace mucho, responsabilizábamos de esto a la genética “soy así y no puedo cambiar”. Pero la felicidad también se ha estudiado científicamente y deben saber que, aunque nuestra naturaleza nos condiciona, según el doctor y psicólogo clínico Emilio Garrido Landívar: “Podemos cambiar y debemos, porque el 40% de nuestra felicidad depende de nosotros. Así comenzó la charla introductoria del curso ‘La Ciencia de la Felicidad’ (al que ya se pueden inscribir) que va a impartir durante 10 semanas en Cámara Navarra, porque “aunque sé poco de empresa, aplico mis conocimientos a la empresa, que está formada por personas y esas personas sí que pueden cambiar con sencillas herramientas”. Y, en consecuencia, “ser más felices y menos problemáticas”.

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Emilio Garrido, durante su charla, junto a Cristina Cabrejas, psicóloga y directora de Operaciones en Cámara Navarra.

Estas pautas para cambiar y ser más felices las ha resumido Garrido en ‘100 herramientas’, que irá desgranando en el curso y de las que adelantó alguna ya que, haciendo referencia a la doctora Sonja: “Se sabía que el 50% de la felicidad depende de los genes. Pero no subordina totalmente la genética a la felicidad, sino solamente un 10%; mientras que el 40% depende de cada uno de nosotros«. «¿Lo ven?», animó con su característica voz y positivismo a los asistentes: «El 40% de nuestra felicidad ¡no nos la dan los genes! Nuestra felicidad depende de nosotros. ¡Podemos ser un 40% más felices si sabemos cómo! ¿Pues qué hago yo que no soy más feliz? ¡Aprende herramientas! Porque somos tendentes a quejarnos y es una pena grande», insistió. Porque esto significa que: “Aunque seamos algo negativos y hayamos pasado por unas circunstancias complicadas e incluso dramáticas, podemos ser felices si somos constantes y trabajamos para ello”. Emilio-Garrido-Camara-Navarra-3

NECESITAMOS EMPRESAS FELICES

Emilio Garrido, además de hablar de la felicidad en general, explicó a la audiencia la realidad de las personas en una empresa: “Lo que nadie duda, y los investigadores tienen consenso universal desde Nueva Zelanda hasta la Patagonia, es que una persona feliz es una persona más rentable para la empresa. Los estudios se atreven a citar cifras de hasta un 37% más productivos los trabajadores felices. De modo que, si una empresa tiene 100 trabajadores en plantilla y consigue que todos sean felices, harán el trabajo de 137 personas, sin coste adicional”.

“Como ven”, concluyó “La ciencia es la ciencia. De ahí que la ciencia de la felicidad haya que trabajarla y debemos trabajarla, porque unos empleados que no se sienten felices pueden llegar a ser hasta un 10% menos productivos y con más accidentes laborales. El absentismo en los trabajadores infelices se da en el 86% de los casos. Si a esto añadimos que las personas más felices son más sanas y menos proclives a quejarse, es normal que las empresas quieran que sus empleados estén felices”. Por ello, la intención de Garrido es que la motivación se mantenga y crezca a través de este curso para que, «cada vez que se levanten, vayan al trabajo con algo que merece la pena».

SUSTANCIAS IMPRESCINDIBLES PARA NUESTRO CEREBRO

Para demostrar la parte científica de la felicidad, Garrido habló de los que denomina los ‘Cuatro jinetes del Apocalipsis’ “que luchan en favor de nuestra felicidad (y no se sabía hasta hace 4 años), porque están constantemente programando qué es mejor para ti”. La felicidad está en el cerebro y los cuatro «jinetes» son: «la dopamina, las endorfinas, la oxitocina y la serotonina”.

«Un empleado que no se siente feliz puede llegar a ser un 10% menos productivo y tener más accidentes laborales».

Aunque no explicó las cuatro, que dejó para el curso, acercó a la audiencia dos de ellas: la dopamina y la oxitocina. “La dopamina es la hormona del placer. Siempre produce placer en el cerebro y, aunque se sospechaba, ahora se ha comprobado científicamente que actúa y sustenta todo el sistema límbico, el emocional”. “Cuando tu cerebro detecta algo que haces bien y lo reconoce, nos recompensa con una dosis de dopamina que nos da un subido tremendo. Cuando el placer, el regalo, el premio es inesperado, el disfrute es mayor (más grande el chute de dopamina). Pero cuando las recompensas son esperadas, el placer es menor. Y una recompensa esperada y no conseguida, provoca un bajón de la dopamina”.Emilio-Garrido-Camara-Navarra

Con respecto a la oxitocina, dijo que es un neurotransmisor: “Una sustancia química que ha evolucionado con poca reputación, pero las investigaciones actuales la revalorizan. Cuando estamos en grupo, la oxitocina hace los lazos y eso nos da placer. Ser sociables nos hace ser más felices. Hacemos lazos gracias a la oxitocina. Sobre todo, es una felicidad a largo plazo, porque la oxitocina se segrega, por ejemplo, al dar a luz y esos lazos no los rompe nadie. También la segregamos cuando tenemos sexo”.

“A SER FELIZ SE APRENDE”

Para este catedrático y doctor en psiquiatría jubilado, empeñado en seguir compartiendo todo su saber: «Ya no tenemos ninguna excusa para no ser felices, porque sabemos con qué somos felices y tenemos las herramientas para alcanzar por nosotros mismos esa felicidad». En este curso de la Ciencia de la Felicidad «se objetivan 100 herramientas nuevas y antiguas para que, cumpliéndolas, aumenten su felicidad personal al 40%. Es una gran oferta que está ahí, a su disposición, solo tiene que trabajar, porque a ser feliz se aprende si quiere y si trabaja sistemáticamente«.

«Podemos ser felices si somos constantes y trabajamos para ello».

Sin duda, disponer de 100 herramientas distribuidas por capítulos para poder alcanzar la felicidad es «una gran tranquilidad subjetiva y objetiva», aseguró quien, «mientras leía, aprendía y maduraba textos y más textos, he sacado en conclusión que a ser feliz se aprende, de igual manera que se aprende a montar en bicicleta, tocar el violín, hacer yoga o Tai chi. Solo tienen que coger una rutina y ser perseverantes». Emilio-Garrido-Camara-Navarra-4

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