jueves, 18 abril 2024

Enrique Maya: “Veo muy difícil que se aprueben los Presupuestos de Pamplona”

El alcalde de la capital navarra afronta una complicada legislatura al no contar con mayoría suficiente en el pleno para sacar adelante, por ejemplo, las cuentas públicas de 2020. En una entrevista con NavarraCapital.es, se muestra conciliador y abierto a una negociación, de la que excluye a EH Bildu.


Pamplona - 12 noviembre, 2019 - 06:00

Enrique Maya afirma que el PSN es el interlocutor de la oposición con el que se siente más cómodo. (Fotos: Víctor Rodrigo)

En su segundo mandato como alcalde de Pamplona, Enrique Maya plantea proyectos urbanísticos que espera consensuar con la oposición y otros que llevará a cabo sin acuerdos, como la revisión de los planes de movilidad y amabilización. Quiere congraciar a los comerciantes con el Ayuntamiento y va a trabajar para potenciar los valores positivos de los Sanfermines. También responsabiliza a los propietarios de los apartamentos turísticos por el aumento del precio de los alquileres y cree que Lezkairu puede quedarse «un poco a medias», ya que las solicitudes de licencias de construcción están descendiendo.

¿Tiene algo pensado para conseguir un apoyo mayoritario a los Presupuestos?
Está muy complicado. Mantengo que no voy a negociar el Presupuesto con EH Bildu. Sí lo haré con Geroa Bai, pero el interlocutor con el que yo estoy más cómodo y con el que mejor podemos entendernos porque tenemos proyectos muy similares es el PSN. ¿Esperanzas? Lo veo muy difícil, sinceramente. Parece que la dinámica es no te los apruebo para escenificar que estás solo, pero al día siguiente empezaremos a hablar de modificaciones presupuestarias porque hay que aprobarlas. Hago un llamamiento a la sensatez política. ¿No podemos pensar en lo que de verdad es bueno para Pamplona, bajarnos cada uno de nuestro burro?

Maya necesita apoyos para sacar adelante los Presupuestos de 2020.

Maya necesita apoyos para sacar adelante los Presupuestos de 2020.

Si no se aprueban los Presupuestos, tendrá que funcionar con los prorrogados del cuatripartito liderado por EH Bildu.
Sí, y así lo haremos. De hecho, ya hemos tenido que llevar modificaciones presupuestarias porque nos hemos encontrado con que la partida de personal, de la que se pagan las nóminas, estaba vacía. Lo he dicho siempre, dentro de la absoluta discrepancia ideológica que tenemos, el trabajo hecho por EH Bildu se ha basado en informes técnicos, en la intervención. En lo que no estoy de acuerdo es en el destino de las partidas. Si al final se prorrogan, tendremos unos Presupuestos técnicamente bien hechos y que iremos aplicando si no queda otro remedio.

«El cuatripartito incrementó muchísimo los gastos de personal. Son 18 millones más que los que se encontró».

¿Cómo ha encontrado las arcas municipales?
Bien. El cuatripartito ha reducido la deuda, creo que a su pesar porque siempre se estaban quejando de la Ley de Estabilidad Presupuestaria, porque los ingresos han funcionado bien, ha habido muchas obras… Y como la ley les impedía invertir, han ido a amortizar deuda. Pero al mismo tiempo, han incrementado muchísimo los gastos de personal. Son 18 millones más que los que se encontraron, han llenado la plantilla muchas veces para cuestiones que, desde luego, no compartimos: el excesivo peso de la participación, del euskera. Y eso tiene un coste. La alerta es que como vaya mal la cosa y los ingresos se reduzcan, vamos a estar al límite de no poder realizar ninguna inversión. No podemos tener unos gastos que nos hagan depender de las coyunturas económicas.

Maya, en el Ayuntamiento bajo el cuadro 'El mercado de Elizondo', de Javier Ciga.

Maya, bajo el cuadro ‘El mercado de Elizondo’, de Javier Ciga.

-El hecho de que UPN, o Navarra Suma, esté realizando una oposición dura al Gobierno de María Chivite, ¿puede interferir en la negociación aquí, en el Ayuntamiento?
El Gobierno, resumidamente, está conformado como la oposición que tenemos en Pamplona. Es una situación endemoniada y es evidente que ambas circunstancias se pueden vincular. Pero creo que Navarra Suma está actuando con mucha lógica en el Parlamento. Dijo qué medidas apoyaría, parece que con poco éxito porque se van rechazando y alguna ha prosperado como no recurrir la sentencia sobre el euskera. Es algo que compartimos con el PSN. Se quiere transmitir que Navarra Suma hace una oposición feroz en el Parlamento, cuando la verdad es que ha planteado cuestiones que apoya Chivite. ¡Ojalá hiciera lo mismo la oposición aquí! Yo no aceptaría que Navarra Suma renunciara a ejercer la oposición en el Parlamento a cambio de los Presupuestos de Pamplona.

«Yo no aceptaría que Navarra Suma renunciara a ejercer la oposición en el Parlamento a cambio de los Presupuestos de Pamplona».

¿Cuáles son las principales inversiones que propone Navarra Suma?
Tenemos la reapertura de la pasarela de Labrit; estamos hablando de las subvenciones a la rehabilitación, que requieren una inversión importante; o del puente de Cuatro Vientos, que no lo quiero vender tanto como un nuevo puente como crear todo un eje peatonal y ciclista entre el Casco Viejo, Kostarapea, Oblatas y su prolongación hasta Berriozar. Eso se consigue trasladando el puente al otro lado. Es un proyecto muy importante que, en un pleno, dijeron desde la oposición que se considerase prioritario. Pues adelante. También han dicho que sea prioritario, y lo compartimos, el aparcamiento de las huertas de Santo Domingo, que lleva en cascada un montón de ventajas: los vecinos del Casco Viejo ya no dependerían del parque Runa para aparcar, los de la Rochapea podrán disfrutar el parque como debe ser y, además, en el Primer Ensanche tampoco haría falta una zona de aparcamiento, con lo que se liberaría de problemas.

El alcalde, durante la entrevista.

Pues parecen bases importantes como para articular un acuerdo…
Hay acuerdo, otra cosa es cómo se quiera escenificar. Cuando yo dije aquello de la pista de esquí en Autobuses, ellos me dijeron en el pleno que me dejara de inventos y que priorizásemos el parking de las huertas y el puente de Cuatro Vientos. Si eso que dije sirve para que prioricemos juntos, encantado. Lo digo de corazón, yo no discutiría demasiado con la oposición si priorizamos uno u otro. Hay que hacerlos, lo hablamos y ya está. Pero por lo que no vamos a pasar es que se quieran imponer cuestiones ideológicas a cambio de tener unos Presupuestos. Yo no colgaré la ikurriña en el balcón para sumar unos votos en el pleno. Es una obviedad. Y tampoco voy a permitir que me digan que los apoyarán si dejo tranquila una ordenanza del euskera que consideramos que no es buena para los ciudadanos.

Uno de los temas estrella de la pasada legislatura fue el de la movilidad. ¿Qué salva usted de lo hecho y qué se propone hacer?
Lo mejor que hizo el cuatripartito en cuestión de movilidad fue ponerlo en el centro del debate, pero lo malo es que adoptó medidas que crisparon muchísimo a la ciudad. Dijimos, y lo mantengo, que estamos de acuerdo en cambiar los modos de movilidad mejorando los desplazamientos en bicicleta y el transporte urbano, pero no estamos de acuerdo con el problema de accesibilidad creado en Pío XII. La gente rehúye ir ahí porque ve que es una zona problemática. Además, debió hacerse con mucha más mano izquierda, participación y suavidad.

«En Pío XII no puedo rehacer todo tirando a la basura cosas que han costado mucho dinero».

Ni estamos de acuerdo con la amabilización, con esa imagen tremenda del hormigón y los petachos y haciendo de Padre Moret una zona inaccesible. En Pío XII no puedo rehacer todo tirando a la basura cosas que han costado mucho dinero. El proyecto era de una empresa de absoluto prestigio, Gea 21, estaba bien encaminado y contenía unas alternativas de las que el bueno de Armando Cuenca eligió la que ponía el carril bus en el medio. Se organizó un revuelo enorme y le quitaron el asunto de las manos… Bueno, se hizo mal y yo voy a intentar mejorar la accesibilidad recuperando alguna plaza de aparcamiento y para paliar, en lo que se pueda, los problemas generados. No es el no porque no. Mire, los proyectos que dejaron para la Chantrea y San Jorge los asumimos y los vamos a hacer porque estamos de acuerdo con el objetivo.

Posiblemente, el sector que más se ha quejado por las consecuencias de las medidas de movilidad y amabilización es el del comercio. ¿Tienen razón? Y si es así, ¿qué va a hacer el Ayuntamiento?
De momento, estar en permanente contacto. Me reuní con ellos, y la concejala delegada está haciéndolo a menudo. Lo han pasado muy mal, han tenido unas pérdidas evidentes. No sé si son un poco más o menos o si son por la venta online, pero notaron que a partir de esas medidas perdieron ventas. Nos han transmitido que ahora se han estabilizado, pero al nivel de las pérdidas no han subido. Les hemos preguntado qué habría que hacer a su juicio y nos han pedido prudencia. Hemos hablado de un parking en Sarasate, pero temen las obras, que otra vez la arqueología… Aunque Sarasate hay que mejorarlo porque se ha convertido en un elemento muy poco atractivo, comparten lo de Padre Moret… Creo que el objetivo fundamental es que volvamos al espíritu de los años 80, en los que el centro era objeto de especial atención y la recuperación comercial, también. Es un poco la idea que tenía cuando planteé lo de Autobuses. Debe ser un foco que atraiga por sí mismo actividades que las familias no tengan otro sitio donde desarrollar. Una señora me dijo no quite los juegos de los críos… Y se trata de eso, pero con más calidad.

«El objetivo es volver al espíritu de los años 80, cuando el centro de la ciudad era objeto de especial atención y la recuperación comercial, también».

En su momento de habló de alojar un gran centro comercial en Autobuses.
Ya dije que no iba a serlo, ni tampoco algo como el Mercado de San Miguel de Madrid, porque no tenemos la escala… Prefiero que las familias vayan, estén un rato a gusto y luego se den una vuelta por el Ensanche, para que así mejore la situación de tiendas, bares… Los comerciantes temían tener ahí otra gran superficie. Bueno, pues no les va a ir.

Enrique Maya, en el Consistorio pamplonés.

Otro edificio controvertido, los Caídos. ¿Qué previsiones tiene?
Dije que no me parecía bien que, como consecuencia de un concurso de ideas, quedase vinculado el proyecto a lo que resultase de ese concurso. Ahora tenemos siete propuestas, podemos no seguir adelante, pero si lo haces hay que adjudicar y la cosa no está tan madura como para eso. No tenemos partida presupuestaria ni las ideas claras, y la inversión puede llegar a más de 30 millones de euros. ¿Mi criterio? La prioridad es mejorar el entorno. El estanque sirve para reflejar el monumento pero te aleja de él… Todo eso debe ser una plaza y un todo con el edificio, eso es evidente. Y lo haría con independencia de lo que hagamos con el edificio. Sea para lo que sea, hay que abrirlo ya a la gente. Lo que si digo es que no quiero que se derribe, debe ser un edificio con memoria pero no para la memoria, abierto a todo el mundo, accesible, que deje de ser el símbolo que ahora genera rechazo.

«Sea para lo que sea, hay que abrir ya el Monumento a los Caídos a la gente (…) Debe ser un edificio con memoria, pero no para la memoria».

El hostel de Casa Unzu se ha convertido en centro de la polémica sobre los alojamientos turísticos y, por extensión, sobre el turismo en el Casco Viejo. ¿Cómo ve el asunto?
Con la normativa actual, urbanísticamente se puede construir. Me consta que hay una petición de licencia y estará tramitándose. Es evidente que hay un problema de convivencia entre el turismo y los residentes que hoy no se da todavía en esa zona, pero hay que prevenirlo. Por eso hemos aprobado que se limite, pero es mucho mejor que haya hoteles que una proliferación de apartamentos turísticos en cada portal, porque es mucho más controlable. Si el hostel de Unzu generase problemas, tienes un director, un gerente, alguien que te responda. Dicho eso, el turismo es un motor económico fundamental que va creciendo en Pamplona y genera ingresos, también para el Ayuntamiento vía impuestos. El cuatripartito elaboró un Plan Estratégico de Turismo con el que estamos básicamente de acuerdo, pero no hemos llegado a eso de la gentrificación. La gente no se tiene que ir a vivir a otros barrios por los problemas que genera el turismo.

En el salón de plenos del Ayuntamiento.

El turismo sigue ligado a los Sanfermines. Eso lo condiciona.
Creo que hay un buen turismo en Pamplona. Cuando acaba San Fermín, llegan familias que seguramente no han querido venir en fiestas porque les da un poco de rechazo y quieren conocer Pamplona desde otra óptica. Pienso que turísticamente está todo bastante bien. Pero San Fermín hay que cambiarlo, potenciando sus muchos valores y reduciendo los defectos. En eso estamos trabajando de la mano del Gobierno foral como un proyecto para toda Navarra. El reto es gordo, pero veo que va cambiando hacia el San Fermín que queremos, más de día, más de blanco, más de aperitivo, más de procesión y de gigantes, de estar en la calle. Vivo en el cogollo del Casco y compruebo que hay muchos menos problemas de noche, mucho menos ruido. Tenemos que seguir por esa vía.

«Las licencias solicitadas para construir viviendas descienden porque la percepción es que empeora la situación económica».

Vuelve a edificarse, sobre todo en Lezkairu y Ripagaina. ¿Lo justifica la demanda?
Sí. Una cosa es demanda y otra necesidad. Muchísima gente necesita viviendas, jóvenes en general. Pero la demanda es, de esos que las necesitan, quién está en disposición de acceder a una vivienda. Y aunque sigue habiendo demanda, está bajando y las licencias solicitadas van descendiendo porque la percepción es que empeora la situación económica. Para nosotros, que queremos ir acabando nuestros barrios, es una mala noticia porque Lezkairu, por ejemplo, se puede quedar un poco a medias.

¿Por dónde se expandirá la ciudad en el futuro?
El problema es que no queda suelo para edificar. Por eso tenemos que desarrollar toda la zona del tren, que además tiene otra componente que es la de mejorar aquel barrio.

Se construye pero los alquileres suben. Es una contradicción.
Sí, sí. Hablábamos del turismo, y uno de los problemas es que si se pueden alquilar viviendas por 2.000 euros para turistas, no se conforman con 600.

Pero esos alquileres son los menos. No condicionan tanto el precio medio…
Hay una percepción. Si estás dudando y ves que el vecino lo alquila a tanto, al final la gente dice, oye, si puedo cobrar más… Eso es extremadamente negativo. La vivienda tiene que volver a pagarse a los precios del mercado, y lo mismo pasa con los locales. En lo que no creo es en el impuesto sobre viviendas vacías, porque el que iba a comprar una vivienda para usarla en el futuro, para sus hijos, no va a hacerlo. Lo deseable es que haya oferta suficiente, competencia y que la gente pueda elegir. ¡Ah! ¿Usted me pide 1.000? Hay otro que 800 o por 600… Hay otras opciones, medidas fiscales, por ejemplo, cobrar impuestos sobre un porcentaje de los ingresos por alquileres, no sobre la totalidad. Así se fomenta el alquiler. La cuenta es que si cobro 600 al mes, ya no pago impuestos de 7.200 al año, sino de 4.000. Así puedo bajar un poco el precio porque me viene bien.

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