La startup navarra MOA Foodtech, dedicada a la transformación de residuos y subproductos de la industria agroalimentaria, ha incorporado a dos profesionales a su plantilla. Se trata de las investigadoras Kizkitza Castander y Kirsten Pronk, que aterrizan en la firma cofundada por Susana Sánchez, Bosco Emparanza y José Mari Elorza como food scientists del área de Reseach and Development (Investigación y Desarrollo).
Graduada en Bioquímica y Biología Molecular por la Universidad del País Vasco/Euskal Herriko Unibertsitatea (EPV/EHU), Castander cuenta además con un Máster en Desarrollo e Innovación de Alimentos por la Universidad de Barcelona. Tras realizar prácticas en BDN Ingeniería de Alimentación y posteriormente en la multinacional Danone, se trasladó desde la capital catalana hasta Breslavia (Polonia), donde fichó como Gum and Candy scientist y product developer en Mondelēz International. En el conglomerado alimentario mexicoestadounidense permaneció hasta su llegada a MOA Foodtech, elegida por la aceleradora Orizont como la startup «más innovadora» en septiembre de 2021.
En septiembre de 2021, la firma fue elegida por la aceleradora Orizont como la ‘startup’ «más innovadora».
Pronk, por su parte, se graduó de Nutrition and Health por la Wageningen University & Research (Países Bajos), obteniendo la distinción de cum laude después de un intercambio estudiantil en la University of Wisconsin–Madison.
Posteriormente cursó un European Master in Food Studies expedido en conjunto por Wageningen University & Research, University College Cork (Irlanda), AgroParisTech (Francia) y la Universidad de Lund (Suecia). Antes de incorporarse a la startup con sede en Nóain, realizó prácticas en el área de Ingredient Research de Mondelēz International y trabajó como product engineer en la filial neerlandesa de Ausnutria Dairy Corporation, empresa con sede central en Hong Kong (China) dedicada a la producción de fórmula para bebés y de leche en polvo.
Paralelamente al fichaje de Castander y a Pronk, MOA Foodtech también incorporó a Marta Reventós y Francesca Alegre, estudiantes del Master in Bioengineering en IQS Barcelona (Institut Químic de Sarrià), como investigadoras en prácticas en el ámbito de R&D Bioprocessing. Estos fichajes llegan casi cuatro meses después de que la firma fuese escogida para participar en el proyecto Good Food Makers, tal y como adelantó Navarra Capital. Tras esa selección, la startup navarra comenzó a colaborar con Barilla, grupo con sede en Parma (Italia) que ostenta el liderazgo mundial en el mercado de la pasta.