jueves, 18 abril 2024

La Comarca de Pamplona ya tiene unas treinta lavanderías de autoservicio

Aunque algunos locales han cerrado en los últimos años por falta de viabilidad, lo cierto es que la cifra de establecimientos se ha duplicado desde 2017, gracias al interés que han despertado entre nuevos perfiles de consumidores como los profesionales de la restauración y la hostelería, los turistas o los universitarios, entre otros. Varios empresarios del sector explican a Navarra Capital que, durante los primeros meses de la pandemia, vieron caer su facturación hasta en un 80 %, pero ya están cerca de recuperar la normalidad de unos negocios cuyos márgenes de beneficios son bajos. Concretamente, de entre 750 y 1.400 euros netos al mes.


Pamplona - 22 septiembre, 2021 - 20:45

La inversión media para abrir una lavandería de autoservicio se sitúa entre los 80.000 y los 100.000 euros. (Foto: Maite H. Mateo)

¿Qué tienen en común un informático, un técnico de electrodomésticos y un distribuidor de productos ecológicos? El perfil del propietario de lavanderías de autoservicio se amplía al mismo tiempo que el sector experimenta un importante crecimiento en España. Estos pequeños espacios dotados de lavadoras y secadoras industriales (con capacidad para entre trece y veinte kilogramos de ropa cada una) suelen requerir poca o nula asistencia in situ y están supervisados por vía domótica. El modelo de negocio original, creado en 1930, fue importado hace una década desde Estados Unidos.

En 2017, España contaba con un total de 1.640 establecimientos de este tipo, 202 establecimientos propios y 1.438 en régimen de franquicia, según datos recogidos por la Asociación Española de Franquiciadores (AEF). Ese mismo año, Raúl Domínguez abrió su primera lavandería bajo la insignia de Ecolaundry en Burlada: «Entonces, éramos catorce o quince en Pamplona».

Edson Fagundes (La Wash): «He notado este incremento del número en el sector, sobre todo en los dos últimos años. Definitivamente, nos hemos multiplicado».

Dos años después, esta cifra experimentó un crecimiento del 11,76 % hasta alcanzar los 1.833 locales en 2019, 213 establecimientos propios y 1.620 franquicias.

Tras la irrupción del Covid-19 y durante algunos meses, los locales experimentaron caídas de hasta el 80 % de su facturación. Una situación que no ha impedido la apertura de nuevas lavanderías de autoservicio, ya que su actividad fue considerada esencial en el contexto de la pandemia. De hecho, Domínguez fundó su último establecimiento en junio del año pasado, con el que suma un total de cuatro lavanderías franquiciadas distribuidas por Burlada, San Jorge, Erripagaña y Villava. «Ahora, duplicamos la cifra de 2017 como sector: somos unos treinta locales (en la Comarca de Pamplona)», apunta. Un dato que también corroboran otros propietarios de Pamplona consultados por Navarra Capital.

«He notado este incremento del número en el sector, sobre todo en los dos últimos años. En 2018, cuando abrí mi local en Buztintxuri, no había lavanderías alrededor de la mía. Ahora, existen dos o tres más una calle más arriba y una más abajo, y estamos hablando de 800 metros de distancia. Definitivamente nos hemos multiplicado», señala Edson Fagundes, técnico en electrónica y propietario de La Wash, otra franquicia del sector.

Alberto Garrido (Entre coladas y mascotas): «Algunos negocios han notado que les sale más barato venir a limpiar sus textiles en estas lavadoras que contratar un servicio exterior».

Este aumento se debe, en parte, a un cambio de hábitos en los usuarios. Comúnmente, los negocios prosperan porque los vecinos de los barrios en los que se implantan, muchos de ellos extranjeros, acuden con el fin de «rentabilizar el tiempo, los productos y la electricidad» haciendo grandes coladas. Así mismo, lavan piezas textiles que no caben en máquinas más pequeñas, como los edredones, o utilizan solo el servicio de secado que es menos frecuente en las casas de particulares.

Pero el crecimiento coincide con la aparición de otros perfiles de usuarios. «Algunos negocios como peluquerías, centros de masaje o restaurantes han notado que les sale más barato venir a limpiar sus textiles en estas lavadoras que contratar un servicio exterior», apostilla Alberto Garrido, distribuidor de productos ecológicos y administrador de Entre coladas y mascotas, ubicado en Mutilva. En la misma línea, Xavier Villamayor, informático y propietario de la única lavandería de autoservicio de Mendillorri, indica que otro perfil también profesional son «los trabajadores de comercios o casas de alquiler, que acuden con gran frecuencia para usar sus servicios».

Raúl Domínguez (Ecolaundry): «Si le quitas los gastos y el IVA a la facturación mensual, te queda en un ingreso del tamaño de un salario pequeño».

Domínguez, que corrobora estas observaciones en sus cuatro establecimientos, agrega un último perfil: «Muchos cocineros, técnicos de taller o trabajadores de fábrica utilizan los servicios de limpieza más agresivos, como los que incluyen oxígeno activo, para poder lavar las manchas de los productos que utilizan en sus trabajos. Es un usuario de alta rotación».

Otro gran grupo de clientes habituales en estos establecimientos son los turistas. «De hecho, noté en mi negocio la gran afluencia que hubo en agosto y que se sintió también en la hostelería. Fue un buen mes», apunta Fagundes. Por último, los propietarios destacan también que el usuario medio de sus servicios suele ser joven, por lo que el negocio triunfa en los barrios universitarios.

BAJOS INGRESOS

La inversión media que realizaron los propietarios en sus establecimientos oscila entre los 80.000 y los 100.000 euros. Los precios por lavado oscilan entre los cinco y los diez, y del secado entre los tres y los cinco. El beneficio mensual por cada lavandería de autoservicio se sitúa entre los 750 y los 1.400 euros al mes, una cifra que depende también del comportamiento del negocio.

«Por ejemplo, una lavandería puede facturar entre 2.500 y 3.000 euros al mes. Si le quitas los gastos y el IVA, te queda un ingreso del tamaño de un salario pequeño, alrededor de 1.000 euros. Haz los números y suma. El que piense abrir un negocio así para vivir de él ya puede pensarlo dos veces», advierte Domínguez.

Xavier Villamayor: «En Estados Unidos, por ejemplo, la necesidad de este tipo de lavanderías es alta. Y, como hay tanta afluencia, pueden dividirse por manzanas«.

Por eso, el crecimiento del sector preocupa a algunos de sus propietarios, ya que estos bajos ingresos dependen de que se mantenga una alta demanda de sus servicios.

«En Estados Unidos, por ejemplo, la necesidad de este tipo de lavanderías es alta. Y, como hay tanta afluencia, pueden dividirse por manzanas. Pero aquí aún no hay tanta demanda para eso, aunque todavía tiene margen de crecimiento», analiza Villamayor.

En este sentido, algunos negocios han tenido que cerrar porque su actividad no era viable, comenta Garrido: «Yo he visto siete u ocho establecimientos irse a pique por muchas razones. El beneficio del negocio también depende de los gastos que tengas que pagar mensualmente, como el alquiler del local, y del número de lavanderías de autoservicio que se concentren en una misma zona, entre otros». 

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