viernes, 26 abril 2024

La Navarra del mañana

Incertidumbre, vértigo... La crisis del coronavirus nos hace presagiar que muchas rutinas, hábitos y costumbres cambiarán, igual que la economía y el día a día de las empresas. ¿Cómo será la Navarra del futuro? ¿Qué nuevos modelos económicos y de negocio aparecerán? ¿En qué cambiarán los actuales? ¿Cuáles serán nuestros hábitos de ocio y de consumo? NavarraCapital.es ha conversado con expertos de distintos ámbitos para, poco a poco, dar respuesta a estos interrogantes.


Pamplona - 15 mayo, 2020 - 07:00

La innovación será un pilar clave en el futuro de la Comunidad foral. (Fotos: cedidas / archivo)

«El aleteo de una mariposa puede provocar un tsunami al otro lado del mundo». Es el llamado «efecto mariposa», que la crisis del coronavirus ha mostrado más vigente que nunca. Un coyuntura radicalmente nueva, que traerá cambios de calado en la economía, el mercado laboral y los hábitos de consumo de los ciudadanos.

Desde que la pandemia irrumpió en China, el resto del mundo se tambaleó. José Luis Álvarez, vicedecano de la Facultad de Económicas en la Universidad de Navarra, cree que aún es pronto para hacer predicciones precisas sobre el futuro de la economía, pero sí se pueden extrapolar ya algunas reflexiones sobre el mañana de una Comunidad foral que, hasta ahora, vivía abierta a los mercados internacionales.

José Luis Álvarez: «Lo esencial para las empresas va a ser no depender de un único país en el mercado internacional«.

A desafíos ya conocidos como el envejecimiento o el medioambiental se sumarán otros nuevos: «Esta situación va a alterar los canales del comercio exterior que teníamos hasta ahora porque hay un peligro de mayor proteccionismo en lo comercial a nivel mundial. Solo hay que ver cómo se está endureciendo el enfrentamiento entre China y EEUU, que tendrá sus consecuencias». Álvarez destaca la incidencia de esta crisis en las cadenas globales de valor, por las cuales se aprovisionan las industrias en el mercado internacional. Al inicio de la pandemia, tal y como adelantó NavarraCapital.es, ya se vieron las dificultades sufridas por las compañías navarras que exportaban e importaban mercancías de China. «Esto les va a obligar a repensar cómo son sus cadenas de aprovisionamiento. Todo ello añadiendo las posibles barreras comerciales que algunos países establezcan para escudarse en un nacionalismo económico mayor».

Lo esencial para las empresas será no depender de un único país para garantizar el correcto funcionamiento de esas relaciones en el mercado internacional, es decir, diversificar los países de los que se abastecen. Porque hasta ahora, se buscaba la eficiencia en tiempo y costes. «Esta situación nos ha confirmado la importancia de buscar mercados en los que la eficiencia no sea lo más importante, sino la resiliencia, es decir, que las cadenas de valor se adapten mejor a posibles perturbaciones económicas», explica Álvarez.  

erá muy importante diversificar los países de los que se abastecen las empresas, buscar mercados resilientes.

Diversificar mercados será clave.

LIDERAZGO DISTRIBUIDO Y GENEROSIDAD

Esta realidad también llevará a las empresas navarras a idear nuevos modelos de negocio, a crear valor y ser competitivos. En consecuencia, cobrarán un especial protagonismo las «empresas con propósito». Nora Reta,socia directora de Montaner & Asociados en la Comunidad foral, detalla que los ciudadanos son ahora más sensibles a aquellos productos y servicios que sean sostenibles y tengan en cuenta el bien común. «Hay un cierto rechazo al beneficio económico ‘per se'», analiza. Por eso, el liderazgo distribuido y la generosidad personal van a ser las competencias estrella: «A partir de ahora, el liderazgo será más un camino a seguir que una persona a la que seguir, y ahí toman protagonismo todas las personas de los equipos». 

Reta considera que se necesita una nueva inteligencia emocional ante este nuevo paradigma de aprendizajes individuales y colectivos, que se sustenta en dos ejes: la conexión con el propósito de la organización y una mayor conciencia individual. De este modo, se producirán cambios en los equipos y en las personas Por ejemplo, deberá haber una confianza recíproca en los equipos que trabajan en remoto. «Eso requiere de rectitud interna y autorresponsabilidad. El sentido del deber debe ser nuestra brújula interior; construir nuevas fortalezas; ver qué me funciona y lo que no desde el autoconocimiento; saber navegar en la adversidad y, a veces, desde la distancia y la soledad; crear y fomentar espacios continuos de conexión en remoto. Necesitamos, más que nunca, seguir sintiendo que formamos parte de algo más grande», señala.

Nora Reta: «A partir de ahora, el liderazgo será más un camino a seguir que una persona a quien seguir». 

En este sentido, el teletrabajo ha venido para quedarse, pero hace falta ordenarlo y organizarlo mejor: «El trabajo a distancia no es solo una deslocalización sincrónica. Debe ser una forma de trabajar para que cada persona pueda adaptar el trabajo a sus necesidades».Y eso implica diseñar un modelo basado en objetivos a corto plazo y una monitorización breve y frecuente de los resultados. «Vamos a trabajar mucho más por proyectos, por ejemplo, con miniclústeres», augura. 

También analiza cuáles serán los perfiles más demandados a partir de ahora. Aunque ya estaban en boga antes de la pandemia, los especialistas en el ámbito digital adquirirán más relevancia que nunca: ciberseguridad, robótica, marketing digital, programadores…  Igualmente, la incertidumbre que planea sobre la evolución de la economía generará fórmulas laborales más flexibles: «Puede que afecte a una mayor temporalidad, pero también que fomente el trabajo colaborativo, el asociacionismo, etc».

A este respecto, entiende que la pérdida de calidad en el empleo no tendrá una gran incidencia en Navarra, aunque sí repercutirá en la movilidad de perfiles de unas organizaciones a otras: «El famoso ‘engagement’ o capacidad de seducción de la empresa al talento se ha visto a prueba. Quien ha sido capaz de cuidar a sus trabajadores, a pesar de la situación, lo verá recompensado en la fidelidad de los mismos… Quien no ha sabido mantener el pulso verá, muy probablemente, su talento en fuga».

A partir de ahora, el liderazgo es más un camino a seguir que una persona a la que seguir.

El liderazgo distribuido y la generosidad personal van a ser competencias estrella.

INNOVACIÓN Y RESILIENCIA

Ante este escenario, desde Zabala Innovation Consulting consideran que la única salida a esta crisis es la apuesta firme y fuerte por la innovación. La experiencia arroja datos objetivos: los países, regiones y empresas que mejor han afrontado las crisis anteriores son aquellos que más han invertido en I+D+i. «Y en esta ocasión, se volverá a confirmar, no nos cabe la menor duda», sostiene Erik Zabala, CEO de la consultoría. «Serán tiempos difíciles, pero sería un tremendo error que la I+D+i sufriese cualquier tipo de recorte. Es más necesario que nunca el compromiso y esfuerzo conjunto público-privado», agrega.

Para él, la ayuda pública en I+D+i debe dirigirse de manera prioritaria a estimular la inversión privada. Porque la innovación se genera principalmente en las empresas, y es ahora cuando el desarrollo de la actividad empresarial afronta su futuro con más incertidumbre. De hecho, en tiempos de crisis se agudiza más el ingenio.

Erik Zabala: «Los países, regiones y empresas que mejor han hecho frente a anteriores crisis son los que más han invertido en I+D+i».

«Debemos reaccionar diseñando una nueva estrategia, un nuevo plan de acción, adaptarnos a las circunstancias excepcionales e impulsar la innovación como motor y aval de competitividad», defiendePrecisamente, la Comunidad foral trabaja ahora en el ‘Plan Reactivar Navarra 2020-2023′, en el que la innovación debe ser uno de los pilares maestros. «El futuro de esta comunidad dependerá de esos cimientos», remata Zabala.

Navarra cuenta con un punto de partida favorable: su industria consolidada.

Navarra cuenta con un punto de partida favorable: su industria consolidada.

Precisamente, la Asociación de la Industria Navarra (AIN) está trabajando junto a compañías de todos los sectores críticos con un reto muy concreto: dibujar la hoja de ruta futura para la reinvención de la industria foral. Porque, por ejemplo, la automoción y la industria de bienes de consumo están organizadas en cadenas globales, no son productos de primera necesidad y están experimentado caídas de demanda. «Sin embargo, el sector agroalimentario tiene cadenas más cercanas y clientes globales, con altos niveles actuales de demanda también a nivel local», explica Ana Ursua, directora general de AIN.

Según especifica, la industria foral es muy resiliente y afronta los desafíos actuales en mejores condiciones que otras regiones, abocadas a cambiar su modelo económico y otorgar un mayor peso a la industria: «Navarra tiene un punto de partida favorable porque cuenta ya una industria consolidada»

Sin embargo, la región debe adaptarse para seguir siendo competitiva. «La alta inversión de la industria en activos actúa tanto de barrera de entrada como de defensa. Y ahora más que nunca, la industria tiene que poner su alta capacidad de innovación y de adaptación al servicio de sus activos para mantener y adaptar su actividad», valora.

Ana Ursua plantea la necesidad de apoyar a los subsectores industriales en su necesaria adaptación, al mismo tiempo que se trabaja en la identificación de nuevos sectores de futuro.

Por eso, plantea la necesidad de apoyar a los subsectores industriales en esa adaptación, al mismo tiempo que se trabaja en la identificación de nuevos sectores de futuro: «Cualquier apuesta que se realice en torno al desarrollo de la industria deberá pasar por impulsar industria de alto valor añadido: habrá que generar nueva industria y no recuperar la que se ha perdido por no ser competitiva»

Además, la pandemia ha puesto de manifiesto, una vez más, la urgencia de llevar a cabo la transformación digital, «pero no solo en la implantación de sistemas y herramientas, sino en la modificación de los procesos y formas de trabajo».

Al igual que Reta, Ursua considera que 2020 será un año muy complicado en todos los ámbitos, especialmente en el laboral. No obstante, considera que el tejido productivo de Navarra «genera empleos de mayor calidad, más estables y mejor remunerados». «A medio plazo, creemos que tenderá a recuperar su situación previa. Por supuesto, tendrá, como todas las comunidades, un impacto en el empleo. Pero como pasó en la anterior crisis, siempre menor que la media de España», remata

RECELO INICIAL A LOS EVENTOS 

Las familias también experimentarán cambios en sus hábitos de ocio. Según Álvarez, ese giro se producirá a corto plazo, aunque no ve del todo claro que se mantengan en el tiempo: «Saldremos muy impactados de esta situación. Ahora tendremos más prevención y seremos más cautos a la hora de ir a un bar, un concierto, viajar en avión… Pero, quizá, en un tiempo la gente vuelva a actuar como antes». 

Carlos Mangado: «El público y la emoción son las dos piezas fundamentales de cualquier evento y esto afectará a su organización».

En los próximos meses, la celebración de eventos, por ejemplo, va a estar muy condicionada por las medidas sanitarias que se vayan imponiendo. La limitación de aforo será una de las más importantes.

«El público y la emoción son las dos piezas fundamentales de cualquier evento. Se diseñan y se organizan con ese objetivo. Obviamente, el descenso sustancial de aforo reducirá mucho el interés por presenciarlos. Esto influirá en su organización», explica Carlos Mangado, profesional del marketing, el patrocinio y la organización de grandes eventos.

Las empresas de ocio deberán valorar muchos aspectos para concluir si es viable organizar eventos o no.

Las empresas de ocio deberán valorar muchos aspectos a la hora de organizar eventos.

Las empresas que se dedican al sector del ocio deberán cumplir nuevas normas si quieren operar y deberán valorar muchos aspectos y parámetros con el fin de concluir si los proyectos resultan rentables o no. «Un evento en vivo es una experiencia que no se obtiene de igual manera a través de una pantalla», agrega Mangado.

Eso sí, hay que diferenciar entre los eventos “masivos y desordenados” y aquellos de “pequeño formato y con orden”. Estos últimos serán los primeros en volver a programarse, ya que se podrá implantar un control de los asistentes más adecuado y sencillo.

La palabra ‘evento’ engloba a muchos sectores. Pero Mangado se muestra convencido de que, «al menos durante un tiempo», se vivirán de forma diferente: «Los conciertos y las grandes concentraciones deportivas están más afectadas. Sin embargo, los eventos corporativos lo estarán menos». Es decir, será más fácil acudir al cine, al teatro o a un congreso que a un partido de fútbol o a un concierto. En este ámbito, la Comunidad foral no se diferenciará mucho respecto a otras regiones. «En Navarra nos adaptaremos, y el sector seguirá concentrando espectadores, posicionando a la comunidad y generando muchísimos recursos», vaticina

CAMBIOS EN EL PATRÓN DE COMPRA

Por su parte, los patrones de compra desde que comenzó la pandemia han variado profundamente. Jose Antonio Yela, director de Relaciones Institucionales de Eroski, subraya que estamos asistiendo a un periodo de cambios rápidos en el comportamiento de los consumidores. «Trabajamos sobre la hipótesis de que, en las próximas semanas, el consumo en el hogar seguirá siendo alto. Pensamos que la vuelta a la normalidad será progresiva, bien porque las aperturas serán lentas y con limitaciones o bien porque la gente seguirá buscando la seguridad de disfrutar parte de su ocio en el hogar», afirma.

Jose Antonio Yela: «Han cambiado los patrones de consumo. Los mayores de 65 años han superado la barrera tecnológica y han aumentado las compras ‘online'».

Durante las dos primeras semanas de confinamiento, en Eroski observaron cómo la demanda se concentraba en productos básicos como legumbres, pastas, arroz, conservas, aceite, leche, etc. Posteriormente, registraron «picos de demanda altos» en productos de indulgencia como el chocolate, las patatas fritas, las palomitas, los frutos secos, la cerveza… «No obstante, nadie duda de que vendrán tiempos difíciles y ello conllevará una reducción del gasto relevante, a la vez difícil de cuantificar. Crecerá la afinidad hacia las ofertas y el consumidor demandará gamas más básicas con mejor posicionamiento de precio», resalta.

La afluencia en los supermercados ha aumentado desde el inicio de la crisis.

Al comienzo de la crisis, las compras se centraban en productos de primera necesidad.

Además, en la Comunidad foral se ha constatado también una evidente sensibilidad hacia el producto local: «Durante esta crisis, hemos llegado a acuerdos con productores y cooperativas agrarias para ayudar a la comercialización de partidas de producción que han perdido sus canales habituales de venta».

Y, por último, las personas mayores de 65 años ya han superado la barrera tecnológica y han aumentado sus compras online. Una tendencia que también da importantes pistas de cara al futuro. «Por el contrario, los jóvenes y adultos han aumentado las visitas a tienda, probablemente buscando la excusa para salir de casa. Próximamente veremos si estos cambios han venido para quedarse o se seguirán manteniendo».

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