La segunda jornada de los Cursos Europeos de Verano se ha centrado en los retos políticos a los que se enfrenta actualmente Europa. Organizados por NavarraCapital.es y Diario de Navarra y patrocinados por Caixabank, los citados Cursos Europeos de Verano, Quo Vadis, Europa? están reuniendo en la capital navarra a personalidades institucionales, empresariales y sociales que debaten sobre la agenda comunitaria y sus principales retos de futuro.
El director general de Comunicación y portavoz del Parlamento Europeo, Jaume Duch ha ofrecido la conferencia «Hacia el Futuro de la Unión», en la que ha comenzado señalando que «nos estamos jugando el futuro». Duch ha repasado los acontecimientos actuales acontecidos en la UE como las recientes las elecciones europeas que han dibujado un parlamento europeo nuevo, con nuevas generaciones, o el hecho de que nos encontremos ante un momento de transición de la comisión europea. No ha olvidado el momento complicado que se vive por Brexit con expectativas «no muy alagüeñas» y la situación política nada estable en algunos de los países miembros. «Pero viendo de donde venimos, hay que decir, que no estamos tan mal, si comparamos la situación actual con la no tan lejana en la que sufrimos una crisis económica o la de los refugiados sirios que puso en duda la solidaridad europea, o la amenaza de quiebra del euro… Fueron momentos muy difíciles. Se generó la tormenta perfecta, una desconfianza en las propias instituciones que dio lugar a todo tipo de populismos y nacionalismos. Muchos pronosticaban que el auge de estas fuerzas antieuropeístas paralizarían las instituciones europeas avanzando su fin. Sin embargo, se empezaron a ver tendencias positivas y ese proceso de desconfianza empezó a revertir».
Jaume Duch durante su intervención.
MAYOR APOYO DE LA CIUDADANÍA
El portavoz del parlamento europeo ha recordado que un año antes de la celebración de las elecciones europeas, se registró el mayor apoyo a la UE. «El 67% de la ciudadanía señalaba como positivo que su país estuviera en la UE y el 66% señalaba que en una situación similar a la de los británicos con el Brexit, votarían seguir perteneciendo a la UE. Entonces nos planteamos, ¿por qué los ciudadanos volvían a confiar en la UE?».
Esta vuelta a la confianza de la ciudadanía, la basa Duch en varios aspectos: Primero por la recuperación económica que ya se estaba produciendo desde 2014. El segundo elemento, la degradación de la situación en países no pertenecientes a la UE, como por ejemplo la situación que se vive en EEUU, Rusia,Turquía, Siria, las guerras comerciales… «Todo ello hace que se identifique a la UE como último reducto donde sigue primando la paz». Y el tercer factor, el Brexit, que «ante el peligro de ser una posible enfermedad contagiosa, se transformó en una vacuna para muchos países».
Así mismo, Duch ha señalado que ese acercamiento de los ciudadanos a la UE también responde al pragmatismo y al autoritarismo. «La crisis climática, la migratoria o la recesión económica… nada de esto puede abordarse con éxito los países de manera nacional. Se necesita la unidad de Europa. El resultado de las elecciones europeas supusieron una segunda oportunidad, un voto de confianza para la UE. Lo que está por ver ahora es cómo hacemos para que esta confianza no sea flor de un día».
Un año antes de la celebración de las elecciones europeas, se registró el mayor apoyo a la UE. «El 67% de la ciudadanía señalaba como positivo que su país estuviera en la UE».
Este voto de confianza se reflejó en el considerable aumento de la población en las elecciones, en las que 200 millones de habitantes ejercieron su derecho al voto. Ha sido la primera vez que desde 1994 se supera el 50% de participación y una gran parte de esta movilización ha correspondido a los jóvenes. En tercer lugar, «es importante señalar por qué la gente fue a votar. Los temas que la gente consideró decisivos fueron el cambio climático, la seguridad alimentaria, la protección de la democracia y derechos humanos. La consecuencia de este aumento de participación es que tenemos un parlamento con mayor legitimación pero también recae sobre él una mayor responsabilidad»
Este español con mayor rango en el parlamento europeo, ha enfatizado que el actual parlamento es nuevo por su composición política pero sigue siendo pro-europeo, «al menos 520 de los 700 eurodiputados tienen ideas pro europeas, pero es verdad que es más diverso y está más fragmentado. La comisión europea deberá construir una mayoría de apoyo y control para los próximos cinco años. Muchos de sus proyectos son el calco de las propuestas de los grupos de los verdes y los liberales, propuestas ambiciosas en materia de reducción de emisiones, de igualdad de género, volver a poner sobre la mesa el pacto migratorio… La nueva presidenta va a requerir de un equipo fuerte y europeísta».
Asistentes a la ponencia de Jaume Duch. De Izda a Dcha: María Jesús Valdemoros y Cristina Ibarrola (parlamentarias forales); Mariluz Moraza; Irene Royo (concejal Tudela) y Javier García (parlamentario foral)
Ante este escenario, Europa se sienta frente a varios retos. Por un lado, ver qué pasa el próximo 31 octubre con el Brexit. «La nueva presidenta de la comisión europea ha señalado su disponibilidad de un nuevo aplazamiento. Pero el mensaje de Bruselas es muy claro, los acuerdos no se vuelven a discutir. Irlanda no se toca, y habrá que ver si este divorcio va a suponer una factura que los británicos tengan que pagar a la UE. Las instituciones europeas han preparado una posible salida no ordenada, pero aún así habría consecuencias negativas. No obstante, el Brexit está mas en la agenda de los británicos que en la de la UE».
El cambio climático, la migración y la acogida de inmigrantes y refugiados, la regulación en temas laborales y de seguridad social; reformas que hay que introducir en la eurozona ante posibles nuevas crisis y reforzar el euro; temas de seguridad y de defensa, el terrorismo y la necesidad de consolidar la imagen de la UE en el exterior son retos a persegiur.
LOGROS DE LA UE
Duch ha recordado que «el mundo está cambiando a gran velocidad. Hace bastante tiempo el mundo dejó de girar alrededor de Europa. En 1990, Europa representaba el 25% de la población mundial, hoy tan solo representamos el 6%. En 2030 solo Alemania y Francia podrán seguir formando parte de las ocho grandes economías del mundo. Pero en contraste con estos datos, una UE cohesionada, ocuparía el tercer lugar de los ocho grandes. Nos estamos jugando nuestro papel en el mundo. Debemos reivindicar lo que se ha logrado».
«En 1990, Europa representaba el 25% de la población mundial, hoy tan solo representamos el 6%».
En los últimos decenios la UE ha sido capaz de crear el mayor mercado único y crear relaciones comerciales con 70 países. «Hemos cerrado el acuerdo de París contra el cambio climático y hemos sido capaces de defenderlo de los ataques y de Trump. La UE está desarrollando un política pragmática frente a China, hemos creado la red Galileo con 26 satélites, la UE cuenta también con la mejor legislación en protección de datos. Y ningún país, habría podido hacer esto por sí solo. En ninguna otra región del planeta en ningún momento histórico sus habitantes han vivido mejor en los últimos 60 años. Durante la celebración del G7 hemos visto cómo vamos hacia un mundo más complicado, con mayor desconfianza… todo ello nos muestra la importancia de seguir unidos y orgullosos de lo que se ha hecho. La UE es el mayor logro de la historia reciente. Pero el futuro de la UE lo tienen que decidir ustedes, los ciudadanos».
Tras la intervención de Duch, se ha celebrado una mesa redonda moderada por el representante de la Comisión Europea en España, Ferrán Tarradellas y en la que han participado los periodistas Enrique Serbeto (ABC); y Xavier Vidal-Folch (El País) junto a los eurodiputados Adriana Maldonado y Pablo Arias donde se ha reflexionado en profundidad sobre algunas de las grandes incógnitas que afronta el actual escenario político europeo.
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