miércoles, 16 octubre 2024

Más restricciones a la hostelería para «aplanar la curva»

El Ejecutivo foral aprobó este viernes una nueva orden, que limita el consumo en las barras hasta las 12:00 y, a partir de esa hora, a las mesas con un máximo de seis personas. Igualmente, anunció multas de 300 euros para quien no lleve o use indebidamente la mascarilla y de 600 como mínimo para las personas que promuevan y participen en botellones. Los hosteleros mostraron su indignación por las medidas que afectan a su sector.


Pamplona - 11 septiembre, 2020 - 14:35

Los bares que no tengan terraza verán aún más mermada su facturación. (Foto: Maite H. Mateo)

«Que nadie lo dude. No vamos a dejar que la pandemia se nos vaya de las manos». Así de rotunda se mostró este viernes la consejera navarra de Salud, Santos Induráin, durante la presentación de las últimas medidas adoptadas por el Ejecutivo foral contra el coronavirus. En concreto, desde este sábado entrará en vigor una nueva normativa, que limita el consumo en las barras hasta las 12:00 y, a partir de esa hora, a las mesas y a grupo de hasta seis personas como máximo.

El período de vigencia establecido para estas medidas será, inicialmente, de 15 días. Entrarán en vigor este sábado.

Igualmente, se establece para bodas y banquetes y un límite de aforo del 50 % en el interior, con una distancia entre personas de 2,25 metros, y en el exterior, con una distancia de 1,5 metros y sin baile. Podrán reunirse hasta 50 personas dentro de los locales y 75 fuera (las restricciones no se aplicarán a los eventos organizados para este fin de semana).

En los mercados en la vía pública, únicamente podrán instalarse la mitad de los puestos habituales o autorizados y con una limitación de afluencia que permita mantener la distancia interpersonal. En el caso de los eventos culturales, no se superará el 50 % del aforo con butacas preasignadas. Y para actos de más de 350 personas, se emitirá un informe por parte del Instituto de Salud Pública y Laboral de Navarra. Los locales de juegos y apuestas también estarán sujetos a la limitación del 50 % de aforo.

Además, las peñas y sociedades gastronómicas deberán permanecer cerradas, salvo en localidades de menos de 500 habitantes y se prohíbe la venta de alcohol a partir de las 22:00 en todos los establecimientos, excepto en los hosteleros. El objetivo es minimizar la posibilidad de que se organicen botellones.

Santos Induráin: «Si seguimos así, la dirección es incorrecta y vamos más hacia el pasado que hacia el futuro».

En espacios públicos, al igual que en los locales de hostelería, no podrán estar más de seis personas. Y el Gobierno foral, además, recomienda hacer lo propio en el ámbito privado. En principio, el período de vigencia marcado para este nuevo paquete de medidas, que entra en vigor este sábado, será de quince días. «Son medidas restrictivas, muy selectivas y proporcionadas. Hay que aplanar la curva sí o sí. No es hora de alarma, pero sí de responsabilidad y solidaridad. Porque, si seguimos así, la dirección es incorrecta y vamos más hacia el pasado que hacia el futuro», valoró Induráin.

RÉGIMEN SANCIONADOR

Por su parte, el vicepresidente Javier Remírez, afirmó que la Comunidad foral afronta un «escenario cambiante». En este sentido, dijo que la mayoría de los ciudadanos está cumpliendo, «pero nos estamos encontrando con gente que necesariamente no lo hace». De ahí que el Ejecutivo foral vaya a aprobar, en su próxima sesión de gobierno, un nuevo Decreto-Ley Foral en materia sancionadora. «Buscamos recopilar las distintas disposiciones existentes hasta ahora para facilitar su comprensión a la ciudadanía y lo que supondrá su incumplimiento», precisó.

Habrá tres tipos de sanciones: leves (hasta 3.000 euros), graves (hasta 60.000) y muy graves (hasta 600.000).

De esta forma, el nuevo sistema establecerá tres tipos de sanciones. Las leves irán desde los 100 hasta los 3.000 euros; las graves, desde 3.001 hasta los 60.000 y; por último, las muy graves serán de entre 60.0001 y 600.000.

Eso sí, las cuantías de algunas sanciones se incrementarán. Por ejemplo, las multas por no usar o usar indebidamente la mascarilla pasan de 100 a 300 euros y quienes promuevan o participen en botellones se arriesgan a una sanción de 600 euros como mínimo. «Tenemos que atajar las actitudes irresponsables que ponen en peligro la salud propia y la de los demás, especialmente la de los colectivos más vulnerables», sentenció Remírez.

REACCIONES DE LOS HOSTELEROS

Tras conocerse las nuevas restricciones, el malestar de los hosteleros era más que evidente. NavarraCapital.es contactó con María Ángeles Rodríguez, presidenta de la Asociación de la Pequeña Empresa de Hostelería de Navarra (Anapeh), quien resaltó que estas medidas no favorecen “nada” al sector y que perjudican especialmente a los locales pequeños, que dependen más del servicio de barra en su facturación: “Hay que reconocer que la gente se va acostumbrando a las mesas, pero muchos bares no tienen terraza”. A estos últimos, a su juicio, “les dejan prácticamente sin poder trabajar”.

María Ángeles Rodríguez (Anapeh): «No hacemos nada con apretar a un sector si después la gente no se responsabiliza y hace lo que quiere».

Asimismo, planteó la necesidad de establecer medidas de seguridad en otros sectores: “Habría que controlar las reuniones en las bajeras, por ejemplo. No hacemos nada con apretar a un sector si después la gente no se responsabiliza y hace lo que quiere”. Y añadió que, desde la rueda de prensa conjunta promovida la semana pasada por todas las asociaciones de hostelería, no ha habido ningún contacto con el Gobierno foral.

Por su parte, Nacho Calvo, secretario general de la Asociación de Hostelería y Turismo de Navarra (AEHN), criticó que el Ejecutivo contemple restricciones sin ofrecer “ningún tipo de compensación o ayuda” para hacer frente a las pérdidas. “No se habla del ERTE, ni de la reducción del IVA que pedimos a nivel nacional. No nos dan ninguna solución para los trabajadores”, denunció.

Nacho Calvo (AEHN): «Como el Gobierno foral es incapaz de controlar las reuniones privadas y los botellones, culpabiliza a la hostelería».

Calvo reiteró que “no existe un fundamento científico” que justifique la puesta en marcha de nuevas medidas, ya que “desde el 11 de mayo al 11 de junio la hostelería estuvo trabajando sin un solo problema”. Además, acusó al Ejecutivo navarro de utilizar al sector como «chivo expiatorio» ante el aumento de contagios: “Como es incapaz de controlar las reuniones familiares privadas y los botellones, culpabiliza y criminaliza a la hostelería”.

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