Cinco meses después de que anunciara una inversión de “entre medio millón y un millón de euros” para la construcción de una nueva planta en Milagro, la startup navarra Ingredalia ya ha lanzado su primer producto al mercado de la mano de un nuevo socio comercial. Se trata de unos comprimidos masticables para caballos, elaborados con la patente estrella de la compañía: el sulforafano, un ingrediente formulado a partir de los subproductos del brócoli.
“Es una pastilla que contiene una cantidad suficiente para generar, según ha sido comprobado por estudios clínicos, una mejora desde el punto de vista autoinmune y antiinflamatorio, sobre todo para una recuperación más rápida después del esfuerzo del animal”, detalla a NavarraCapital.es el CEO de la firma, Miguel Ángel Cubero.
Después de formular una versión con aroma a manzana verde y de realizar las primeras pruebas con los equinos, se procedió a una producción inicial que “está funcionando bien”, aunque el fabricante espera que la demanda aumente tras el fin de la temporada estival. “El circuito de caballos está muy parado en verano y justamente después se empieza a reactivar. Nos dicen que ahora despegarán más las ventas”, vaticina.
Le respalda la empresa Ahipos, una compañía de reciente creación fundada por una persona “muy ligada al mundo ecuestre” que decidió apostar por la oferta de Ingredalia. Por ahora, el socio comercial de la compañía navarra solo ha introducido el producto dentro del territorio nacional, pero en sus planes a corto plazo está el expandir fronteras. “Sé que están cerrando acuerdos en países del norte de Europa, donde existe mucha tradición de caballos”, revela Cubero.
INCURSIÓN EN EL SECTOR ‘PET-FOOD’
Mientras tanto, en los laboratorios de Ingredalia continúan realizando pruebas enfocadas a la alimentación de mascotas más tradicionales, como gatos y perros. En concreto, la empresa dedicada a desarrollar complementos alimenticios de alto valor a partir de residuos agroalimentarios -fundada en 2017 por Tecnalia Research & Innovation y Tratamiento de Subproductos Agroalimentarios (Trasa)– está estudiando cómo añadir su ingrediente en chucherías caninas y en el pienso diario. Es en este sector donde Cubero vaticina un potencial enorme de crecimiento: “Es un mercado menos sensible al precio en comparación con otros destinados al consumo humano”.
Las oportunidades que se presentan en este campo obedecen a un “cambio de paradigma”, en el que las mascotas han pasado a convertirse en un miembro más de la familia, con los desafíos que eso acarrea. “Hace un siglo, los perros se morían tras cinco o seis años de vida. Hoy en día, los cuidamos mucho más y viven mucho más, pero eso también implica que sufren más de cáncer y de enfermedades degenerativas, que a los animales salvajes no les da tiempo de desarrollar. Así como a tu hijo no le vas a negar una medicina, a tu animal tampoco. Los suplementos para mascotas están creciendo por eso”, razona el CEO de Ingredalia.
Su reflexión coincide con los últimos datos presentados por Veterindustria, que reflejan un crecimiento del 9,8 % de la industria española de sanidad y nutrición animal en 2020. De los 1.718 millones de euros alcanzados durante el anterior ejercicio, 1.093 millones corresponden al mercado interno, mientras que las exportaciones escalaron a los 625 millones, disparándose un 20,19 % en términos interanuales.
OTRAS APLICACIONES
En la proyección de futuro que hace Cubero, en todo caso, no solo figuran planes para crear alianzas con empresas de alimentación animal. Por un lado, el CEO de Ingredalia destaca el potencial del sulforafano en la industria cosmética, sobre todo dentro del continente asiático: “Este ingrediente tiene propiedades blanqueantes y los productos con esas características tienen una gran demanda en el territorio”. Adicionalmente, desde la startup ya están trabajando en generar una proteína con potencial para implantarse en el mercado de las alternativas a la carne y el pescado. Este proyecto le ha permitido participar en el programa de aceleración Food (Tech)2 Challengers, impulsado por el Centro Nacional de Tecnología y Seguridad Alimentaria (CNTA) y financiado por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA).
Junto a las startups MOA Foodtech, Sonicat Systems y Rethink Foods Company, la empresa con sede en Milagro fue elegida entre 42 candidatas para participar en esta iniciativa, por el “impacto potencial que supondría la resolución de sus retos y por su proyección internacional”, entre otros aspectos. Hasta finales del mes de noviembre, las cuatro firmas españolas se beneficiarán de las capacidades tecnológicas y la mentorización de CNTA, centrándose en diferentes desafíos que conectan con el momento de transformación que vive la industria agroalimentaria.
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