domingo, 6 octubre 2024

Quince planes en la Perla del Cantábrico

Nunca fue tan sencillo viajar desde Pamplona para llegar directamente a la playa de Donostia. Quien piensa en este destino se traslada automáticamente a la bahía de la Concha, pero la ciudad ofrece otras alternativas para pasar un verano diferente. Deporte acuático, arte en las calles, historia y gastronomía de primer nivel... San Sebastián es tradición y vanguardia.


22 agosto, 2020 - 05:55

Quien piensa en San Sebastián se traslada automáticamente a la emblemática bahía de la Concha. (Foto: cedida)

Cuarenta y cinco minutos en coche separan a Pamplona de la Perla del Cantábrico. Este verano, los navarros que quieran hacer una escapada exprés a San Sebastián podrán aparcar en Ilunbe y tomar un autobús que sale cada veinte minutos desde el parking hasta el pleno corazón de la urbe. Ambos servicios, gratuitos y disponibles entre las 11:00 y las 22:30 horas hasta el 31 de agosto, forman parte de un proyecto elaborado entre Donostia-San Sebastián Turismoa, el Departamento de Movilidad del Ayuntamiento de San Sebastián, Dbus y San Sebastián Shops.

Mediante esta iniciativa no solo se busca mejorar la movilidad de los visitantes al reducir el congestionamiento en el centro de la ciudad, sino también fomentar el consumo local en una de las ciudades más elegantes del mundo.

Quien piensa en San Sebastián se traslada automáticamente a la emblemática bahía de la Concha, el punto turístico por excelencia de la capital guipuzcoana. Sin embargo, esta ciudad ofrece otras infinitas opciones. Por eso, aquí proponemos quince planes para aprovechar al máximo este destino turístico.

UN PUNTO DE VISTA DIFERENTE

Si se quiere disfrutar de las vistas desde una mirada distinta a la habitual, lo mejor es alejarse un poco de la arena para emprender un recorrido de cuarenta minutos en el catamarán Ciudad de San Sebastián. El paseo, que ofrece visión submarina, inicia desde el Paseo del Muelle.

EXCURSIÓN A SANTA CLARA

El mar no se agota después de visitar las playas de Ondarreta, La Concha y Zurriola. Desde el puerto de Donostia se puede tomar un barco que llegue hasta la isla Santa Clara en quince minutos. Declarada como Centro Histórico de Interés Nacional, esta isla ofrece vistas espectaculares, una piscina de agua natural y una terraza cercana para tomar algo entre amigos.

DE PARQUES, BOSQUES Y PALACIOS

La playa es uno de los principales atractivos de San Sebastián, pero no lo es todo. También se puede desconectar del bullicio citadino entre árboles, paseando por el bosque sin otro equipamiento más que unas zapatillas deportivas. Los amateurs que no quieran perderse pueden apuntarse a los paseos dirigidos que ofrece la Oficina de Turismo de la ciudad: duran menos de dos horas y la vuelta a la ciudad a la hora del aperitivo está garantizada. Existe la opción de realizar una visita guiada por los parques de la ciudad -muy frecuentados por los locales pero poco conocidos por los turistas- y por los palacios de Miramon y de Aiete. Este último fue residencia de los reyes de España Isabel II, Alfonso XII, María Cristina y Alfonso XIII y hoy alberga la Casa de la Paz y los Derechos Humanos.

ESCULTURAS URBANAS

París es un museo a cielo abierto, pero San Sebastián no se queda atrás. La ciudad está custodiada por el Sagrado corazón, una escultura de más de doce metros de altura realizada por Federico Coullaut-Valera. Quizá la obra de arte donostiarra más famosa sea el Peine del Viento, un “diálogo entre arte y paisaje” concebido por el escultor Eduardo Chillida y el arquitecto Luis Peña Ganchegui al final de la playa de Ondarreta.

Otras esculturas de Chillida que pueden contemplarse en la ciudad son el Homenaje en pleno Paseo de la Concha al inventor de la penicilina, Alexander Fleming, y la Cruz de la Paz, un obsequio que hizo a la Catedral del Buen Pastor en 1997. Considerada como uno de los referentes del arte contemporáneo a nivel mundial, la obra Construcción Vacía de Jorge Oteiza, premiada en la bienal de São Paulo en 1957, puede visitarse en el Paseo Nuevo. El escultor oriotarra también realizó los bocetos y supervisó la construcción de La Piedad, una obra realizada por José Ramón Anda e instalada en la fachada de la Iglesia de San Vicente. Además, tanto Chillida como Oteiza comparten espacio con Néstor Basterretxea, que construyó la Paloma de la Paz en los ochenta como un símbolo contra la violencia.

DISFRUTAR APRENDIENDO

La capital de Guipúzcoa ofrece diferentes opciones para las familias que quieran combinar el disfrute con la cultura y la ciencia. En el Aquarium, por ejemplo, niños y adultos podrán descubrir más de 200 especies marinas, entre las que figuran tiburones y peces manta. La variedad que ofrece Eureka! Zientza Museoa se adapta a todas las curiosidades: desde el cuerpo humano hasta el mundo de la mecánica y de la astronomía. Además de la simulación dentro del planetario, el espacio ofrece a los niños la oportunidad de experimentar qué se siente pilotar un avión, una motocicleta o un coche de Fórmula 1. La sala Animalia, por otra parte, permite interactuar con especies de cuatro ecosistemas diferentes, como serpientes de selvas tropicales o lagartos del desierto. El disfrute a la vieja usanza también está garantizado con el encanto de las atracciones vintage del parque del Monte Igueldo, entre las que destacan la célebre Montaña Suiza y las Camas Elásticas.

DE BARRIO EN BARRIO Y EN BICI

Una bici eléctrica, que puede alquilarse en la plaza Sarriegui, permite mantener la distancia de seguridad sin dejar de explorar todos los rincones de San Sebastián. Gros es el barrio ideal para vivir el ambiente joven y surfero de la ciudad. El Palacio de Miramar da la bienvenida al Antiguo, el barrio más añejo de San Sebastián. En Amara, una zona residencial, se puede vivir la experiencia donostiarra desde los ojos de un local. Si lo que se busca es el contraste, Egia ha sido bautizado en los últimos años como “el Soho donostiarra” por su fusión entre cultura y naturaleza.

UN ESPACIO PARA LOS MUSEOS

A pocos minutos del centro de la ciudad está Chillida Leku, el lugar que alberga la mayor y más representativa colección producida por el escultor y grabador donostiarra. Las 150 piezas que invitan a la reflexión están construidas en Zabalaga, un antiguo caserío propiedad de la familia del autor.

Quienes prefieran moverse dentro de la urbe pueden visitar el museo más antiguo de todo el País Vasco. San Telmo dejó de ser un convento de dominicos y posteriormente un cuartel de artillería para convertirse, hasta estos días, en un lugar que no solo revela el pasado de la sociedad vasca, sino que además acoge diferentes exposiciones temporales.El patrimonio artístico no se agota en las esculturas callejeras y en los museos: solo en la ciudad hay una decena de galerías independientes.

REVIVIR LA BELLE ÉPOQUE DONOSTIARRA

Hace más de un siglo la reina María Cristina reconvirtió San Sebastián en una ciudad turística. Por suerte, todavía queda impregnado ese espíritu de la Belle époque en construcciones que continúan siendo una seña de identidad de San Sebastián. Explorar los edificios señoriales que ocupó la aristocracia española durante esos años sin perderse de ningún detalle histórico es posible a través de alguna de las visitas guiadas que se ofrecen, de miércoles a domingo, desde la puerta del Restaurante La Perla.

COMPRAS, PINTXOS Y HELADOS

La mezcla idónea entre comercio local y moda internacional se encuentra en esta ciudad. San Sebastián ha sabido mantener su esencia con pequeñas tiendas que ofrecen productos tradicionales, souvenirs y delicatessen sin cerrar las puertas a las mejores firmas mundiales. El momento entre compra y compra puede aprovecharse para tomar un pintxo o un helado mientras se pasea por el Boulevard.

LA CIUDAD VISTA DESDE ARRIBA

Donostia también es una ciudad para montañeros. En Igeldo se puede combinar la opción de tomar el funicular con la de hacer un poco de ejercicio y, de recompensa, pasar un rato agradable en el parque de atracciones. Los aficionados por la historia pueden subir al monte Urgull, desde el que se aprecian antiguos cañones y aspilleras defensivas. Ulia, antigua atalaya de avistamiento de ballenas, es perfecta para dar un paseo más largo o ir de picnic. También hay alternativas en suelo plano, como el parque Cristina Enea, el Jardín de la Memoria y Ametzagaina. Este último es el parque más extenso de la ciudad y conserva restos de un antiguo fuerte de las guerras carlistas del siglo XIX.

DEPORTE EN EL MAR

Zurriola es conocida por ser el lugar preferido de muchos surfistas durante el verano. Los más aventureros pueden animarse a practicar otro deporte acuático. Desde la bahía de la Concha se pueden alquilar piraguas y tablas para hacer body board o stand up paddle. La mejor recompensa después de tanto esfuerzo físico es ver el atardecer: uno de los más apreciados es el que se observa desde el muro de Sagües.

JOYAS ARQUITECTÓNICAS

San Sebastián es la casa de iglesias espectaculares como la Catedral del Buen Pastor, la Basílica de Santa María y la Iglesia de San Vicente. Sin embargo, la ciudad ofrece algo más que edificios religiosos o afrancesados.

Siendo fiel a su fusión entre tradición y vanguardia, en Donostia se pueden apreciar construcciones contemporáneas como el Kursaal, diseñado por el arquitecto Rafael Moneo y distinguido con el Premio de Arquitectura Contemporánea Mies van der Rohe. Otros exponentes son el edificio del Basque Culinary Center, así como el Centro Superior de Música del País Vasco Musikene. El estilo racionalista también tiene protagonismo con el Real Club Naútico de San Sebastián, declarado “Bien de interés cultural” y con el edificio de La Equitativa, a la entrada de Gros.

RELAX CON VISTAS AL MAR

La Perla – Talaso Sport no solo es un balneario con más de un siglo de historia. El centro ofrece tratamientos de belleza, masajes relajantes y también es conocido por sus circuitos de talasoterapia con vistas al mar.

PESCAR EN LA COSTA VASCA

A los amantes de la tradición se les propone iniciarse en la que fue la actividad económica principal de Donostia. Durante el paseo, al que se embarca desde el puerto de San Sebastián, adultos y niños de 8 años o más podrán descubrir dos tipos diferentes de pesca y conocer las diferentes especies que se pueden encontrar según la época del año.

PLATOS ESTELARES

Aunque en cualquier rincón de la ciudad se come bien, no es casualidad que sea reconocida como una de las capitales gastronómicas a nivel mundial. San Sebastián es la segunda ciudad con más estrellas Michelin por metro cuadrado, solo superada por Kyoto (Japón). En concreto, hay once restaurantes en Donostia que aparecen en la Guía: Arzak (3), Akelarre (3), Martín Berasategui (3), Mugaritz (2), Kokotxa (1), Mirador de Ulia (1), Zuberoa (1), Amelia (1) y eMe Be Garrote (1).


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