Ciro Larrañeta, CEO del Grupo Tetrace (Tetra Consulting & Engineering), sostiene que el sector de las energías renovables, y más particularmente el eólico, «va a tener una inercia muy, muy interesante en los próximos diez o veinte años». Por eso, es «atractivo para los inversores«.
De hecho, avanza a NavarraCapital.es que ha recibido «tres propuestas, dos de ellas formales», de inversores que deseaban entrar en el accionariado de Tetrace. Aunque finalmente no se han consumado, la empresa navarra no se cierra «a escuchar» a quienes deseen invertir «en un grupo con mucha rentabilidad, supersaneado y con unos números bastante interesantes». Es más, su actitud en este sentido es «proactiva«, pero Larrañeta no tiene prisa: «Escucharemos opciones».
En cualquier caso, hay «líneas rojas» que pondrían límites a la participación de futuros inversores. Por un lado, cuantitativas, ya que Larrañeta no está dispuesto a dejar que hicieran con la mayoría: «Seguirá siendo mía. Hoy tengo el 100 %». Y, al mismo tiempo, cualitativas. «Que se incorpore un socio y desde su experiencia participe en las decisiones no me importa porque va a enriquecerlas. Si un día damos entrada a alguien, es porque tendremos claro que va a aportar. Pero es verdad que si viene con planes de cambiar el comité de dirección, la forma de trabajo o la filosofía positiva de esta empresa, no será nuestro socio», sentencia.
Ciro Larrañeta: «No vamos a dejar que nadie se haga con la mayoría, que seguirá siendo mía. Hoy tengo el 100 % del capital».
En consecuencia, aceptaría inversores que complementen, «que den una capa para poder acometer otras inversiones«. Y, a este respecto, adelanta que con el respaldo económico de una operación de este tipo se podrían acometer «proyectos muy potentes» que la empresa desea desarrollar, como el costoso mantenimiento de las instalaciones en el mercado del off shore (parques eólicos marinos).
Aun en el caso de no contar con un nuevo socio, tiene claro que su grupo va a seguir creciendo en los próximos años. «Tenemos mucha pólvora para continuar avanzando. Todos los trabajadores que estamos aquí y yo tenemos todavía mucha capacidad y fuerzas para llevar a esta empresa tres capas más allá. ¿Necesitamos un socio? No, pero su llegada nos enriquecería», remarca.
En la Entrevista de Trabajo publicada por este medio el pasado sábado, Larrañeta detalló que el crecimiento de la empresa ha sido muy rápido: «Hemos aprovechado 2020, por razones obvias, y 2021 de forma consciente para parar y mirar a nuestro alrededor, ordenar un poco la empresa y formar perfiles para el próximo salto, que se tendría que dar a partir de 2022. El objetivo es doblar nuestro volumen de negocio«. Una meta ambicioso que, sin embargo, tiene el positivo antecedente del anterior plan estratégico. «No solo lo cubrimos, sino que lo superamos. Viendo cómo está el sector y nuestra situación, estamos capacitados para conseguir doblar en 2023», defiende convencido.
FACTURACIÓN Y PLANTILLA
El año pasado, Tetrace facturó 10 millones de euros, en 2021 está previsto un incremento de entre el 15 y el 20% y, al cierre de 2023, espera superar los 20 millones. También confía en que la plantilla pase de sus 180 trabajadores actuales a entre 300 y 400 empleados, dependiendo de cuál de las líneas de negocio sea la que más crezca. «Probablemente será la de mantenimiento», augura.
Actualmente, tiene cuatro áreas de negocio: ingeniería -civil, off shore y naval-; supervisión y asistencia técnica del desarrollo de los proyectos; mantenimiento de los activos renovables (la empresa se dedica al 99 % al sector renovable, sobre todo al eólico, que es «donde más estamos creciendo y donde más creceremos»). La cuarta área tiene nombre propio, Tetrade, y se dedica a la distribución de repuestos en el sector industrial: «Se creó porque, cuando íbamos a reparar, nos pedían que lleváramos el repuesto. Y, como tenemos una fuerte exposición internacional, los clientes aprovechan para pedirnos que les suministremos los repuestos, ya que nos encargamos de su importación».
Tetrace ya está presente en catorce países con filiales propias, que sirven como bases operativas para desarrollar los servicios. La última se ha abierto en un mercado estratégico: Estados Unidos. Además, se encuentra implantada en Sudamérica, Filipinas, India, Marruecos… «Son centros productores de tecnología o instaladores. Donde hay volumen de megavatios, ahí estamos«, concluye.
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