jueves, 25 abril 2024

Ganaderos, distribuidores y bodegas reviven la pesadilla de marzo

Con el cierre de bares y restaurantes en Navarra, los productores de carne, las bodegas, los distribuidores y los transportistas que dependen del canal Horeca vuelven a enfrentarse a un drama como el que vivieron al principio de la pandemia. Los ganaderos explican a NavarraCapital.es que temen un nuevo hundimiento de los precios, mientras las compañías de logística y venta al por mayor ya están viendo cómo sus pedidos caen en picado a pocas horas de que los hosteleros bajen la persiana.


Pamplona - 20 octubre, 2020 - 22:30

Pastos en la zona de Erratzu, en el valle de Baztan.

El sector ganadero se afronta a una crisis "agudizada por. el Covid-19". (Foto: cedida)

Ganaderos de vacuno, ovino y porcino; transportistas, empresas de logística y distribución de alimentos; bodegas… El drama que supone el cierre de bares y restaurantes para los 18.000 profesionales navarros de la hostelería arrastra al mismo tiempo a infinidad de empresarios y productores de otros sectores, que centran su actividad en el canal Horeca y que, desde este jueves, verán caer su facturación de manera drástica. De ahí que NavarraCapital.es contactara con una nutrida representación de ellos para testar su estado de ánimo y conocer con mayor precisión hasta qué punto se verán afectados por las nuevas restricciones asociadas al confinamiento perimetral de la región.

Javier Ayechu (IG Cordero de Navarra): «Si la situación se asemeja a la de marzo, podría provocar un nuevo hundimiento de los precios del cordero, como sucedió entonces»

Por ejemplo, dos de las principales líneas de negocio de Maskarada, que se dedica a la cría y comercialización de cerdos euskal txerri y alimentos derivados de estos, sufrirán un fuerte impacto: su restaurante y la distribución a hosteleros navarros, que copa el 85 % de sus ventas. José Ignacio Jáuregi, su propietario, intenta buscar algo de consuelo en el hecho de que al menos van «a poder vender a las tiendas, a la hostelería de Gipúzcoa y de Francia». Pero parte de la plantilla «tendrá que ir a un ERTE» tras haber superado el que ya tuvo que tramitar al comienzo de la pandemia. Quizás por eso se muestre tan desconcertado ante las nuevas medidas impuestas por el Gobierno de Navarra: «Hay cosas que no entendemos. Nuestros hijos van a la escuela y comparten comedores, y resulta que yo no puedo vender comida». Uno de los principales damnificados es el sector cárnico, ya que para muchos ganaderos de porcino, cordero y vacuno su principal fuente de ingresos es la restauración. Ahora, estos vuelven a vivir un duro varapalo tras la primera crisis que padecieron al principio del confinamiento, tal y como informó NavarraCapital.es.

José Ignacio Jáuregui (Maskarada): «Hay cosas que no entendemos. Nuestros hijos van a la escuela y comparten comedores, y resulta que yo no puedo vender comida».

En la misma línea, Javier Ayechu, presidente de la IGP Cordero de Navarra, critica la información contradictoria que, a su juicio, llevan dando las administraciones durante estos ocho meses de pandemia: «No soy sanitario, pero creo que las cosas no se están haciendo bien y la situación se nos ha ido de las manos. Solo hay que esperar a que esto pase cuanto antes».

En su caso, el 80 % del cordero lechal se destina a la restauración y una parte importante se vende a localidades de otras regiones como Burgos y Aranda de Duero, afectadas igualmente por similares restricciones. El cordero lechal está con la madre en torno a treinta o 35 días después de nacer, y su peso oscila entre los diez y los trece kilos. «Si esos corderos no pueden venderse dentro de ese período, deberán ser engordados para comercializarlos como ternasco, que tienen menos valor y su destino suelen ser las carnicerías», precisa. De momento, este ganadero de Carcastillo dice ignorar si la incertidumbre actual redundará en los precios: «Si la situación se asemeja a la de marzo, podría provocar un nuevo hundimiento de los precios, como sucedió entonces. Pero son estimaciones mías»

Según Gonzalo Palacios (UAGN), hay productores de vacuno que pueden caer en la bancarrota.

Se trata del mismo sentimiento de regreso al pasado que se vive entre los productores de vacuno. A la ya existente preocupación por los bajos precios a los que se estaba vendiendo la vaca «gorda», la que se consume en el sector hostelero, se suma ahora la de que la demanda se paralice del todo. Es más, hay productores que corren el riesgo de quebrar.

«En marzo, nadie quería llevarse las vacas porque no tenían dónde colocarlas. En aquel momento se dio la paradoja de que tenía más demanda la vaca ‘flaca’, la que se utiliza para procesamiento industrial, que la ‘gorda'», rememora Gonzalo Palacios, vicepresidente de la Unión de Agricultores y Ganaderos de Navarra (UAGN) y ganadero con una explotación de 300 cabezas.

Precisamente, el Departamento de Desarrollo Rural y Medio Ambiente aprobó este martes una nueva línea de ayudas para las explotaciones ganaderas de vacas nodrizas de carne por un montante total de 800.000 euros. Estas subvenciones están dirigidas a los cerca de mil trabajadores del sector y a algo más de 25.000 animales, con una cuantía máxima de 30 euros por ejemplar. Eso sí, quedan excluidos los ganaderos que solicitaron las ayudas dentro de las reses de lidia.

Además, Palacios confirma que el kilo de la canal de Ternera de Navarra, que se comercializa más en carnicerías, ya ha bajado entre 10 y 20 céntimos en los últimos meses. Y no descarta que la situación empeore. Por eso, y a falta de más información para valorar las restricciones, asegura que «son un problema» para el sector que representa.

EL SECTOR DEL VINO

En una situación similar se encuentra el sector del vino, que también tiene una fuerte dependencia del canal Horeca. «Este es otro jarro de agua fría. El cierre de la hostelería durante los próximos quince días es una medida muy negativa para nosotros y más cuando nos estábamos recuperando tímidamente», lamenta David Palacios, presidente del Consejo Regulador de la DO Navarra.

David Palacios (DO Navarra): «El cierre de la hostelería es otro jarro de agua fría, una medida muy negativa para nosotros y más cuando nos estábamos recuperando tímidamente».

Así mismo, afirma que la recuperación registrada durante los meses de verano no es lo suficientemente consistente como para superar esta nueva caída: «La situación es muy complicada y difícil de gestionar, pero estamos en una crisis sanitaria y económica en la que es necesario que haya un equilibrio». A este respecto, cree que las autoridades están señalando a la hostelería, «cuando la mayor parte del sector está siguiendo bien los protocolos». «Si el cierre se extiende más allá de quince días, será algo drástico».

LOGÍSTICA Y TRANSPORTE

Las empresas de distribución y venta al por mayor también caen a la vez que lo hace la hostelería. Algunas como Canasa Logística, por ejemplo, se han visto inmediatamente afectadas, ya que el 99 % de su negocio está en bares y restaurantes. «Nuestro trabajo se ha reducido drásticamente desde este martes porque muchos han anulado sus pedidos dada la previsión de cierre», atestigua Javier Delgado, gerente de una empresa cuya facturación ha bajado un 48 % en lo que va de año con respecto a 2019.

Javier Delgado (Canasa Logística): «Nuestro trabajo se ha reducido drásticamente desde este martes, porque muchos han anulado sus pedidos dada la previsión de cierre».

La compañía no ha aplicado despidos en su personal, pero gran parte de la plantilla va a entrar en un ERTE de suspensión de contrato. Así de dura es la situación de Canasa Logística.

Por eso, Delgado manifiesta su frustración con la manera en la que se está castigando al sector: «Estamos siendo sacrificados cuando podría haber otras medidas menos dañinas como las de Francia, con el toque de queda».

Otros distribuidores como Makro también sentirán el golpe cuando las medidas entren en vigor el jueves. «Claro que lo vamos a notar. Nosotros tenemos que estar al lado de la hostelería en este momento de la manera en la que podamos y resistir juntos el tirón. Porque todos estamos en la misma rueda y nuestro negocio depende de ellos básicamente», explica Maite Garín, jefa comercial de la empresa. Ahora, Garín intenta poner sus esperanzas en los servicios que sí seguirán operando, aunque con restricciones, como el ‘delivery’ o el ‘take away’. 

Maite Garín (Makro): «Claro que lo vamos a notar. Nosotros tenemos que estar al lado de la hostelería en este momento de la manera en la que podamos y resistir juntos el tirón».

También el sector del transporte se está viendo perjudicado. Y desde dos perspectivas diferentes. Por un lado, como proveedores. La reducción de la actividad a los servicios puramente esenciales ya provocó en marzo una bajada del 50 % en la facturación. «Ahora, las empresas dedicadas al canal Horeca se verán perjudicadas al 100 %, de igual manera que el sector hostelero», señala Ignacio Orradre, secretario general de la Asociación Navarra de Empresarios del Transporte por Carretera y Logística (ANET). Igualmente, les afecta como clientes, ya que los conductores «deben comer y cenar en algún sitio». «Esta reivindicación ya la hicimos a la Dirección General de Transportes cuando se decretó el cierre de bares y restaurantes a las 22:00 y pedimos que se cerraran a las 00:00. Los servicios esenciales siguen necesitando a la hostelería», remata Orradre.

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