Ataviados con mascarillas rojas, ilustradas con el hashtag #salvemoslahostelería, representantes de las principales asociaciones del sector comparecieron este martes en la sede de la Confederación Empresarial Navarra (CEN) para mostrar su indignación por el cierre de bares y restaurantes, decretado este lunes por el Gobierno de Navarra dentro del paquete de medidas que incluye el cierre perimetral de la región y que el jueves entrará en vigor. Tal y como adelantó este medio, los afectados conocieron la noticia «por la prensa», a pesar de que llevan varias semanas manteniendo conversaciones con el Ejecutivo foral para acordar las anheladas ayudas directas. El importe de estas se cifra actualmente en 10 millones de euros, aunque la propia presidenta de Navarra, María Chivite, admitió que dicha cuantía tal vez «no sea suficiente».
En concreto, acudieron al acto Ana Beriáin, presidenta de la Asociación de Hostelería y Turismo de Navarra (AEHN); María Ángeles Rodríguez, presidenta de la Asociación Navarra de Pequeña Empresa de Hostelería (Anapeh); Carlos Tabar, presidente de la Asociación de Empresarios de Salas de Fiesta, Baile y Discotecas de Navarra (Asbana); y Carlos Albillo, gerente de la la Asociación Casco Antiguo de Pamplona. Todos ellos estuvieron acompañados por Carlos Férnandez Valdivielso, secretario general de la CEN.
Como señal de protesta y tras una primera concentración que tuvo lugar a mediodía, anunciaron que se echarán a las calles a las ocho de la tarde «hasta que no finalice el periodo de vigencia del cierre», la misma hora a la que millones de españoles salían a sus balcones durante el confinamiento para mostrar su apoyo a los sanitarios (excepto este martes y el miércoles, que lo harán a las diez de la noche, cuando bajen la persiana sus locales). «Estamos aquí y el Gobierno tiene que escucharnos», remarcó Beriáin, quien precisó que la plaza del Castillo será el punto donde se congregarán.
Ana Beriáin (AEHN): «Los 10 millones de las ayudas no nos van a solucionar nada. Serían unos 2.000 euros para cada empresa».
El sector, que hasta hoy ha facturado «un 45 % menos» que en el año 2019 (cuando ingresó un total de 850 millones de euros), negó ser el responsable de los altos contagios registrados en la Comunidad foral, cuya incidencia acumulada alcanza ya los 1.002,73 casos por cada 100.000 habitantes.
En este sentido, los representantes de estas cuatro asociaciones aseguraron que solo el 2,23 % de los brotes y el 5,24 % de los casos contabilizados en España tienen su origen en la hostelería, según el Ministerio de Sanidad. Datos que, para Beriáin, «hablan por sí solos» y demuestran cómo las restricciones a la hostelería se deben «a una decisión política» y no a criterios sanitarios. «Está claro que el sector no es foco de contagios», insistió.
Como ya habían asegurado a NavarraCapital.es al comienzo de las negociaciones, los representantes de las asociaciones de hostelería describieron las ayudas directas propuestas por el Ejecutivo foral como «absolutamente insuficientes». A juicio de Beriáin, constituyen una cantidad «rídicula» para un sector que «representa el 7 %» del PIB de la comunidad y que engloba a «casi 5.000 empresas y 18.000 trabajadores directos -14.000 por cuenta ajena y 4.000 autónomos-«. El importe que ofrece el Gobierno de Navarra, según la presidenta de la AEHN, supone apenas el 1,17 % de lo que el sector facturó el año pasado. «No nos va a solucionar nada, serían unos 2.000 euros para cada empresa», añadió. Otra de las medidas ofrecidas a los hosteleros, así como a más de 31.000 autónomos y 7.000 pymes, es la supresión del IAE. Pero la presidenta de la AEHN hizo hincapié en que dicho impuesto es «ínfimo» y que, en cambio, los hosteleros tienen que seguir pagando la tasa de basuras y la contribución .
Ana Beriáin (AEHN): «Si esto va a continuar en los próximos meses, habrá que pensar en restricciones con una cierta continuidad para que podamos tener un mínimo de seguridad».
Por eso, los representantes del sector volvieron a reclamar un plan de rescate, «como en otros países europeos donde también se han aplicado restricciones al sector». En concreto, Beriáin remarcó que dicho plan debería ser estable en el tiempo. «Si esto va a continuar en los próximos meses, habrá que pensar en restricciones con una cierta continuidad para que podamos tener un mínimo de tranquilidad y de seguridad en los negocios», señaló. Por último, reiteró la necesidad de aplazar el pago de los ICO: «Esperamos y contamos con que haya un año más de carencia. ¿Cómo vamos a empezar a devolverlos si no hemos podido facturar o solo lo justo para mantener a los trabajadores?»
María Ángeles Rodríguez, presidenta de Anapeh, también censuró las continuas modificaciones de las medidas aplicadas al sector. «Nos hemos tenido que adaptar a diferentes aforos y horarios. Ahora nos dicen que tenemos que cerrar. Esto no es serio», espetó. Asimismo, denunció el «total descontrol de los ERTE« en la hostelería: «Dan muchísimo trabajo y muchas veces no nos da tiempo de tramitarlos. Pedimos que se prolonguen por fuerza mayor, como se ha hecho en otros ámbitos».
María Ángeles Rodríguez (Anapeh): «Los ERTE dan muchísimo trabajo y muchas veces no nos da tiempo de tramitarlos. Pedimos que se prolonguen por fuerza mayor, como en otros ámbitos».
Por su parte, Carlos Tabar, presidente de Asbana, pidió «no olvidar al ocio nocturno, que ha permanecido cerrado desde hace meses», y manifestó que sus asociados «están desesperados». Es un sentir que también percibe la presidenta de Anapeh, quien volvió a alertar de que «muchos locales tendrán que cerrar la persiana».
La llamada «urgente» a elaborar el plan de rescate vino acompañada del rechazo a las declaraciones de la presidenta de Navarra. Durante la rueda de prensa celebrada el pasado lunes, Chivite aseguró que el comportamiento de los hosteleros había sido «responsable», pero manifestó que el de los usuarios no. A este respecto, Beriáin defendió que «nadie quiere ir a un bar y estar en peligro» y que «cuando un cliente no cumple con las normas de seguridad, se le echa».
LA VÍA JUDICIAL
El pasado 14 de septiembre, los hosteleros llevaron al Gobierno foral a los tribunales para recurrir las medidas adoptadas entonces, que entre otras cuestiones limitaban el servicio de barra hasta las 12:00 y que, a partir de esa hora, únicamente se pudiera consumir en las mesas, con un máximo de seis personas en cada una. En aquella ocasión, el fallo ratificó las medidas impuestas por el Ejecutivo. Pero, en esta ocasión, las asociaciones no aclararon si acudirán o no a la vía judicial.
Aunque la cuantía de las ayudas es «ridícula», los hosteleros pidieron tener voz a la hora de definir los criterios de los repartos.
Por el momento, tampoco ha trascendido cuándo volverán a reunirse los representantes de las asociaciones hosteleras con el Gobierno foral. En todo caso, será una cita para la que hay «poca esperanza», lamentó Beriáin.
No obstante, pese a considerar que se trata de una cantidad insuficiente, las asociaciones sí pidieron intervenir en los criterios que se aplicarán a la hora de repartir las ayudas, de manera que beneficien tanto a los trabajadores como a los autónomos. «El Gobierno no va a aumentarlas, eso está claro. Pero ya que es poco, queremos que esté bien repartido», apostilló Rodríguez.
PLAN DE CHOQUE
La Cámara Oficial de Comercio, Industria y Servicios de Navarra manifiestó mediante un comunicado que el nuevo paquete de restricciones impulsado por el Gobierno de Navarra resulta «oportuno», dada la situación «crítica» en la que se ve inmersa la Comunidad foral. Las medidas, según trasladó, deben ser «suficientes y definitivas para cambiar la tendencia exponencial de contagios y dar estabilidad».
Sin embargo, la entidad señaló que la hostelería y la restauración son los dos sectores «más afectados» por la pandemia de coronavirus. Por eso, instó al Ejecutivo foral a elaborar de forma «inminente» un plan «de choque» que contemple el aumento y la prórroga de medidas de apoyo económico a las empresas y que garantice, asimismo, que los trabajadores «accedan a las ayudas y subsidios previstos». Además, la Cámara se puso «a disposición» de la Administración para colaborar en «cualquier plan o programa que pueda beneficiar a las empresas en este contexto tan complicado».
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