viernes, 26 abril 2024

Inurrieta duplica su capacidad de embotellado

Tras invertir un millón de euros en la línea durante el confinamiento, la bodega pasará de embotellar 3.000 a 6.000 unidades por hora. A pesar de tener unas expectativas "difusas" de cara al futuro por la situación que vive el sector, la empresa se ha adaptado a la actual coyuntura y ha buscado nuevos canales y mercados. De esta forma, pretende paliar el efecto que está teniendo la bajada de las ventas, cifrada en torno a un 20 o 25 %.


Pamplona - 11 agosto, 2020 - 06:00

La bodega navarra pasará de poder embotellar 3.000 a 6.000 botellas a la hora. (Fotos: cedidas)

Han aprovechado estos meses de inactividad para dar un nuevo impulso a la empresa. Durante el periodo de confinamiento y la posterior desescalada, Bodega Inurrieta se ha afanado en terminar de modificar por completo su planta embotelladora. Un trabajo, «muy complejo, con muchos gremios y muchas empresas involucradas de diferentes zonas del país», indica a NavarraCapital.es Tomás Antoñana, gerente de Bodega Inurrieta«Pero lo hemos terminado a tiempo», añade.

La nueva instalación, que ha supuesto una inversión de más de un millón de euros, permitirá duplicar la capacidad embotelladora de la compañía, al pasar de 3.000 a 6.000 botellas por hora. Para ello, se han cambiado todas las máquinas, excepto el alimentador de botella nueva y el paletizador, que ya se adquirieron en una anterior ampliación pensando en que valieran para este momento. También se han renovado todas las cintas transportadoras de botellas y de cajas, así como todos los suministros de gas inerte, agua, electricidad, aire comprimido, etc. «Con estos cambios se consigue un grupo de filtración y llenado más respetuoso con el vino, minimizando la pérdida de aromas. Y las máquinas son más eficientes energéticamente, ya que conseguimos una total automatización de la línea»,  detalla Antoñana.

Tomás Antoñana: «Conseguimos una total automatización de la línea».

Además, esta nueva línea permite una reducción del tiempo de cambio de formatos de botellas, consiguiendo así una mayor seguridad alimentaria, y mejoras en esterilización y limpieza. Posee detectores de nivel de llenado, de presencia de tapón y cápsula, de presencia de etiquetas y contras, pesado de cada caja y detectores para colocar las etiquetas/contras fuera de la junta de la botella, lo que mejora la imagen del producto; una taponadora de rosca para mercados internacionales, etc. «Cuando los diferentes sensores detectan algo erróneo, eliminan automáticamente esa botella para que no llegue al consumidor», explica el gerente de Inurrieta. 

CIERRE CANAL HORECA

Pero la pandemia ha pasado una alta factura. Las ventas se han reducido «bastante, entre un 20 y un 25 %», tanto en exportación como en nacional, especialmente en los mercados más centrados en restauración y hostelería. «Los únicos mercados donde hemos crecido algo son en la tienda virtual y en tiendas especializadas, aunque no se compensa ni de lejos el vacío creado por el cierre del Canal Horeca», lamenta Jose Antonio Pellicer, director de Exportación.

Las ventas se han reducido «bastante, entre un 20 y un 25 %», tanto en exportación como en el mercado nacional.

Como el resto de empresas del sector, Bodega Inurrieta también ha tenido que adaptar sus oficinas, campos y bodega a las medidas de seguridad y protocolos establecidos por la pandemia del Covid-19. Y su equipo ha teletrabajado «cuando se ha podido»Pero aseguran tener unas proyecciones de futuro «difusas» porque esta crisis todavía no ha terminado, siguen produciéndose rebrotes en numerosos países «y vemos un Covid-19 rampante en la otra parte del mundo». «Creo que es precipitado hablar de expectativas. En cualquier caso, esperamos ir mejorando en ventas conforme la actividad mundial se vaya recuperando», sostiene Tomás Antoñana. Por eso, su estrategia empresarial se está centrando en otros canales que no se ven tan afectados por la pandemia: «Se han hecho más promociones y se ha estado muy atento a las redes sociales. También hemos potenciado la comunicación en la distancia con nuestros clientes».

 

En los viñedos, la bodega ha operado "sin parar".

En los viñedos, la bodega ha operado «sin parar».

En los viñedos, la empresa ha operado «sin parar», puesto que «ha sido una época de mucho trabajo y no se podía aplazar», comenta el enólogo de la bodega, Jabier Marquinez. Actualmente continúan plantando viñas y reinjertando otras variedades para adaptarse a la nueva situación provocada por el cambio climático y los gustos de los consumidores. «Estamos preparando un nuevo vino, Mimao, con garnacha blanca y también un blanco dulce», avanza. 

RIESGOS EN EL SECTOR

Durante la reciente Jornada AgroBank ‘online’, en la que se analizó la situación actual y las perspectivas del sector vitivinícola en el nuevo contexto provocado por la pandemia, se especificó que China, Alemania, Rusia, Japón y Brasil son los mercados internacionales más importantes para superar la crisis. Un análisis con el que coinciden desde Bodega Inurrieta. «Por población y potencial, efectivamente son mercados muy importantes. Si bien de todos los que destacaron me quedaría con Alemania, por cercanía y sus diversos canales de venta minorista y mayorista, y con Japón, que también cuenta con buenos canales de distribución. La exportación es el camino», indica Jose Antonio Pellicer.

Jabier Marquinez: «Un nuevo confinamiento repercutiría en las ventas de los últimos cuatro meses del año, lo que sería una catástrofe».

En el encuentro, los ponentes destacaron la importancia de aprovechar las nuevas tendencias de consumo. Tendencias que se centran en explorar otros mercados internacionales o productos adaptados a otros mercados, nuevos envases, el uso de tapones de rosca, ajustar el grado alcohólico, refrescar la imagen de los vinos… Es decir, hay que tener en cuenta que el consumo del vino está cambiando: «Ahora se consume más en casa y menos en restauración».

Ahora, de cara a la próxima vendimia, una de las amenazas que se cierne sobre las bodegas es que acumulen demasiado stock, debido a la suma de la producción no vendida de este año y la que almacenen a partir de septiembre. Pero según explican desde Inurrieta, «el riesgo en el campo por enfermedad» y las ayudas del Estado para reducir la cosecha «tirando uvas» están reduciendo las previsiones de producción. «Habrá más existencias que el año pasado, pero creo que la suma de la añada 2019, que fue corta, con la de 2020 va a ser solo un poco más de la media histórica», augura el enólogo Jabier Marquinez.  

Una de las amenazas para el sector es que las bodegas acumulen demasiado 'stock'.

Una de las amenazas para el sector es que las bodegas acumulen demasiado ‘stock’.

Su mayor preocupación en estos momentos es que se produzca una nuevo confinamiento: «Repercutiría en las ventas de los últimos cuatro meses del año, los mejores con diferencia, lo que ahora sería una catástrofe. También sería pésimo por la vendimia, que necesita de mucha mano de obra, normalmente extranjera».

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