La semana pasada, tuvimos la oportunidad de tener información de primera mano y reflexionar sobre las claves del momento actual en el contexto europeo gracias a la segunda edición de los Cursos Europeos de Verano. La Sala de Armas de la Ciudadela resultó el espacio apropiado para acoger un encuentro que contó con un buen programa y una excelente organización. Como continuación de lo expuesto durante mi intervención en dicho foro, quisiera ampliar y actualizar algunas cuestiones que tuve la oportunidad de compartir con los asistentes.
En primer lugar, es fundamental fijar bien las claves de la recuperación de la crisis actual en contraste con la anterior, precisamente ahora que comenzábamos a tener perspectiva para analizar qué fue lo que nos ayudó entonces. En Navarra, en coherencia con las políticas europeas, entendemos que la mejor solución es potenciar la industria desde una especialización inteligente, que se apoye en la innovación y en otros elementos de competitividad como la digitalización, la formación, las infraestructuras y la propia Administración. En nuestro caso, muy especialmente a través de la política fiscal.
En la S3 ya planteábamos todos esos factores de competitividad en 2016 para impulsar seis sectores estratégicos que sobresalen por su capacidad tractora del conjunto de la economía (automoción, renovables, agroalimentación, salud, turismo e industrias creativas y digitales). Todo ello con el objetivo de alcanzar en 2030 una Navarra saludable, sostenible, competitiva, industrial y cohesionada. Estas son precisamente las mismas líneas de recuperación que se plantean desde la Unión Europea. Coincidimos plenamente, por tanto, en las mismas apuestas que se revelaron eficaces para salir de la crisis anterior. La única diferencia es que en este momento se presentan más acentuadas o “aceleradas”, como se suele decir en el contexto del emprendimiento.
“Navarra y la UE coinciden en las mismas líneas de recuperación que se han diseñado para salir de la actual situación de crisis”.
La validación de la estrategia inteligente, que se venía implementando en el territorio en los últimos años, se produjo dentro de un escenario de compromiso público-privado (centros de conocimiento, empresas, sociedad y gobierno) que garantizaba el funcionamiento y la gobernanza de la S3. Así estábamos justo poco antes de la pandemia. Su irrupción, lógicamente, ha afectado de lleno a nuestro modelo de tal forma que los lemas que, hasta ahora, se circunscribían a la lucha sanitaria (“eso lo vencemos juntos” o “esto lo superamos entre todos”) también han alcanzado al ámbito socio-económico.
Si la crisis de la pasada década puso en evidencia la importancia de la colaboración entre distintos actores, el actual escenario ha despertado esta necesidad de manera incluso más primaria. El excepcional momento vivido nos ha demostrado que la solidaridad es un instinto profundamente arraigado a nuestra humanidad. Hemos sido testigos de la voluntad cierta de colaborar a nivel particular, profesional y empresarial. A mi juicio, debemos aprovechar esta actitud abierta para impulsar la cooperación en el ámbito del desarrollo económico y empresarial de la Comunidad foral.
CONFIANZA EN EL FUTURO
“No nos queda otra que estar muy coordinados y ser muy eficientes para lograr ser un modelo cohesionado, sostenible y basado en la innovación”.
Además de esta circunstancia coyuntural, en Europa crece la conciencia de que no tenemos otra opción que colaborar estrechamente para no quedarnos rezagados respecto a las grandes potencias económicas.
Somos pequeños, incluso estando unidos, en comparación con las potencias asiáticas o con los Estados Unidos. Por ello, no nos queda otra que estar muy coordinados y ser muy eficientes en el reparto de esfuerzos, potenciando el modelo social europeo: un modelo cohesionado, sostenible y basado en la innovación.
Destacan también los avances dados por la Unión Europea en respuesta a esta crisis. Hemos podido adelantar fondos de los programas operativos de cohesión que gestionamos en Navarra (FEDER y FSE) para disponer de más liquidez este año. Aunque son cantidades pequeñas frente a lo movilizado en los fondos de recuperación y resiliencia del Next Generation Europe, nunca se había tomado este tipo de medida en la Comisión Europea por lo que, por supuesto, contribuye enormemente a aliviar el esfuerzo presupuestario de la Administración.
Finalmente, me gustaría trasladar un sentimiento de confianza en la recuperación, siempre que la responsabilidad de todos y cada uno de nosotros nos permita tener bajo control la situación sanitaria. La disposición de esos fondos europeos históricos que antes he citado, nos llega preparados y con algunas de las agendas bastante trabajadas y avanzadas. Es el caso, por ejemplo, de la propia S3 y sus proyectos estratégicos, la agenda digital Navarra 2030 o el polo de innovación digital. Todo ello en un contexto, además, en el que el ‘Plan Reactivar Navarra 2020-2023’ y la Agenda 2030 también contribuirán a la reflexión, planificación y priorización para lograr esa Navarra saludable, sostenible, competitiva, industrial y cohesionada que todos anhelamos.
Izaskun Goñi
Directora general de Política Empresarial, Proyección Internacional y Trabajo
(Gobierno de Navarra)