Las instalaciones de Mapsa recibieron este martes la visita de la presidenta navarra, María Chivite, en un acto donde también participaron Juan María Palencia, vicepresidente de la Corporación Mondragón; el director general de la empresa, Miguel Ugalde; y Juantxo Martínez de Garciriáin, presidente de la firma.
Este último quiso destacar que Mapsa opera en un sector tan competitivo como exigente tecnológicamente y recalcó que, al tratarse de una empresa de Economía Social, “las decisiones importantes se toman entre todos”. De modo que la compañía reinvierte todos sus beneficios en el proyecto y no se deslocaliza, sino que está comprometida con el entorno, los valores y el territorio en el que se asienta. El objetivo de Mapsa es «crear empleo de calidad y mantenerlo».
Juantxo Martínez de Garciriáin: «El objetivo de Mapsa es crear empleo de calidad y mantenerlo».
Por su parte, Palencia recordó que la automoción representa el 25 % de la actividad industrial de la Corporación Mondragón y, al valorar el actual contexto económico, señaló que este se encuentra marcado ahora mismo por la incertidumbre y por factores como la electrificación del sector “en plazos récord”, la transformación de productos y procesos, la digitalización de las fábricas, la necesidad de capacitar y formar a los trabajadores ante la nueva realidad de la automoción o la búsqueda de los recursos financieros para adaptar los procesos productivos a los cambios. Ante esta tesitura, reclamó la colaboración de los agentes públicos y privados.
Así mismo, el director general de Mapsa desglosó algunos datos relevantes sobre la evolución de la compañía. Por ejemplo, su volumen de fabricación se duplicó entre 2010 y 2018, al pasar de 1,45 millones de llantas a 2,8 millones. El efecto de la pandemia se dejó sentir el año pasado, cuando salieron de la empresa 2,1 millones, pero para 2021 se prevé una recuperación, que le llevará a producir 2,5 millones. Ugalde también constató que las exportaciones suponen el 90 % de la producción, teniendo entre sus clientes a la mayoría de los grandes fabricantes de automóviles.
Chivite recorrió las instalaciones de Mapsa junto a representantes de la empresa y la Corporación Mondragón. (Foto: cedida)
Como Martínez de Garciriáin, el director general de la firma incidió en que Mapsa reinvierte la totalidad de sus beneficios, lo que le ha permitido destinar 70 millones de euros en seis años a distintas mejoras. La más reseñable es la automatización de la fábrica, que ha servido para duplicar su capacidad productiva y trabajar en el desarrollo e investigación de nuevos acabados y tecnologías de aligeramiento de peso de las llantas, como requieren los vehículos eléctricos. Hoy, cuenta con 680 personas trabajadoras, un 51 % más que en 2014.
LA INTERVENCIÓN DE LA PRESIDENTA
Cerró el turno de intervenciones María Chivite, que remarcó el papel de la industria en la economía navarra como factor “de resiliencia y recuperación económica, integración social y bienestar y calidad de vida”. Además, señaló que el modelo cooperativo “se alinea con la idea del bien común, una de las ideas que impregnan de manera transversal todas las políticas del Gobierno de Navarra”. La presidenta trazó igualmente un paralelismo entre la Economía Social y el modelo participativo que aplica su Ejecutivo en el campo político, económico y social, en el que “la sociedad civil organizada tiene un papel importante” con el diálogo y el acuerdo entre diferentes como referencia y objetivo.
María Chivite: «Aprovecharemos la crisis para realizar los cambios estructurales que son necesarios».
Tras calificar de esperanzadores los índices que se van conociendo sobre la situación de la economía navarra, la presidenta aludió al ‘Plan Reactivar Navarra 2020-2023’, que aprovechará los fondos europeos Next Generation en la ejecución de los 125 proyectos identificados por su Gobierno para desarrollar en la Comunidad foral entre 2020 y 2026. Iniciativas que se enmarcan en tres ejes: la Estrategia de Innovación, con una previsión de 716 millones de euros; la Estrategia de Transformación Ecológica, con 770; y la Estrategia de Cohesión Social y Territorial, cuyo importe ronda los 1.500 millones.
“Aprovecharemos la crisis para realizar los cambios estructurales que son necesarios en materia de transformación digital, economía verde, cohesión social y territorial con la base de la innovación. Es un trabajo que debe liderar el Gobierno, eso lo tenemos claro, pero también tenemos claro que este debe ser un trabajo colectivo del sector público y el privado, con participación de las asociaciones empresariales, sindicales, universidades, centros formativos… Todos somos necesarios en esa ingente tarea”, concluyó.
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