Nordex Group está sumido en un proceso de transformación. Tras facturar 4.651 millones de euros en 2020 y recibir el año pasado una cartera de pedidos que ascendió a los 7,95 gigavatios, en febrero decidió cerrar su planta de turbinas eólicas en Vall d’Uixó (Valencia) y, según anunció ese mismo mes, cesará de producir palas en Rostock (Alemania) a finales de junio de 2022. Dos medidas que afectan a unos 700 trabajadores de los 8.600 con los que cuenta a nivel mundial.
“El entorno de mercado cada vez más desafiante y la fuerte competencia, junto con un cambio en la demanda, requieren que se adapten los procesos globales de producción y abastecimiento de Nordex Group. Lamentamos especialmente no ver una alternativa a esta dolorosa medida”, indicaron desde la empresa tras anunciar la medida que afecta a su sede alemana.
Pero, al mismo tiempo, la compañía ha puesto el foco en el hidrógeno verde tras la aprobación del PERTE de energías renovables, hidrógeno renovable y almacenamiento, que movilizará una inversión de más de 16.370 millones. Y en esa nueva estrategia, prevé que la Comunidad foral tenga un importante protagonismo. Durante la jornada ‘Navarra: Pura Energía’, el CEO de Nordex, José Luis Blanco, incluso adelantó que la compañía proyecta producir electrolizadores en Navarra. El anuncio llegó apenas tres semanas después de que Navarra Capital avanzara que la compañía había puestos sus ojos en este vector energético.
El CEO de Nordex, José Luis Blanco, avanzó el mes pasado que la firma prevé producir electrolizadores en Navarra.
“Hay muchas sinergias en las capacidades que se necesitan para desarrollar una turbina eólica y las que creemos que se necesitan para producir un electrolizador en cuanto a materiales y conocimientos (…). No es solo es un proyecto inversor puntual. Nuestra intención es desarrollar una tecnología que el mundo compre y Navarra exporte”, especificó Blanco.
El grupo incluso ha dado un paso más para lanzar esta línea de negocio, que hasta ahora no había trascendido. Según pudo saber este medio, ha constituido formalmente la sociedad Nordex H2, domiciliada en Barasoain. Sus administradores mancomunados son Pablo José Pulpeiro, CEO de Nordex en Norteamérica, y Patxi Xabier Landa, Chief Sales Officer de la firma. Y, como apoderados, están el propio Pulpeiro; Víctor Moisés Equisoáin, CEO de la División Internacional; Marc Rainer Hamer, Chief Financial Officer de esta misma división; José Ignacio Guzmán, vicepresidente de la División Legal Internacional; Flavia Martínez, directora legal del grupo para España, África y Asía Pacífico; Ainara Zuazu; y Volkmar Alexander Roessler, Manager and Joint Confidential Clerk / Joint Procurator.
La creación de esta sociedad surge en un momento en el que, además, la Dirección de la planta de Barasoain confirmó al comité de empresa que estaba empezando a trabajar en este campo, aunque por ahora con recursos “muy limitados”. La firma, según comunicaron sus responsables a los representantes de la plantilla el pasado diciembre, cree que ese análisis interno culminará en “dos o tres años”.
Por otro lado, la fábrica de Nordex en Lumbier está implantado los moldes para las nuevas palas de 81,5 metros, con el fin de empezar a fabricarlas en los próximos meses. Una noticia que fue celebrada por la plantilla, pero que al mismo tiempo provocó cierta preocupación porque los trabajadores temen que conlleve “la externalización de una parte de la producción”.
Tras una reunión celebrada el pasado enero entre la Dirección de la planta y los representantes de los empleados, al menos por el momento no se subcontratarán las labores de corte y acabado. No obstante, los responsables de la factoría, según indicaron fuentes sindicales, añadieron que “no descartan hacerlo más adelante y tomarán tantas medidas como crean necesarias para la viabilidad de la empresa”.