La Unión de Cooperativas Agroalimentarias de Navarra (UCAN), que cuenta con 137 asociados, ha elaborado un diagnóstico sobre el sector primario un mes después de que comenzara el estado de alarma por la pandemia del coronavirus.
Son varios los problemas que se recogen en el informe. Uno de los más relevantes es la carencia de mascarillas que se está registrando en algunas cooperativas hortofrutícolas y cerealistas. Aunque su uso no es obligatorio (si se respetan las distancias de seguridad), el pasado día 14 la Delegación del Gobierno en Navarra entregó a UCAN 2.000 de las 146.000 desechables que se están repartiendo en la región. Pero se trata de un “pequeñísimo parche”, afirma a NavarraCapital.es el director gerente del colectivo, Patxi Vera, ya que únicamente han podido dar tres de un solo uso para cada trabajador (UAGN recibió otras 3.000). “Ni siquiera valen para un turno de ocho horas. El problema es que ahora mismo no hay más y los pedidos mínimos son de unas 300.000”, advierte.
A la dramática situación ya conocida que sufren los productores de ovino y caprino, cuyas ventas han caído en torno a un 85 %, se suma la que atraviesan las bodegas. Todas “han presentado” un ERTE o “están valorando hacerlo”. El motivo es simple. Por un lado están los aplazamientos y suspensiones de ferias nacionales e internacionales, sobre los que ya informó este medio. Pero, además, el mercado nacional de la restauración está “completamente parado”, lo que arrastra de forma inevitable al sector vitivinícola, y en el ámbito de la exportación apenas llegan pedidos. De ahí que en estos instantes las esperanzas se centren en la vuelta a la actividad de China, principal país comprador de vino foral.
COOPERATIVAS HORTOFRUTÍCOLAS
En algunas cooperativas hortofrutícolas, han optado usar mascarillas “de fabricación casera”. Pero la mano de obra, otro de los problemas que afecta a parte del sector, “está bastante cubierta” por el momento: “Algunos extranjeros ya estaban aquí antes de que se cerraran las fronteras. Y, aunque se han tenido que hacer algunos ajustes en las previsiones, parece que por ahora no hay graves problemas”. Eso sí, su preocupación se centra en “las futuras plantaciones y recolecciones”.
Tanto los desplazamientos por motivos de trabajo, que inicialmente dieron muchos quebraderos de cabeza, como las campañas para la transformación de los productos se están desarrollando con normalidad. Eso sí, en UCAN creen que la campaña de espárrago “no va a ser muy abundante, aunque se deriva a transformación mucho del producto que normalmente se destina al fresco”. Además, el colectivo critica que algunas industrias no cooperativas “están incumpliendo compromisos de compra de materia prima”.
UCAN critica que algunas industrias no cooperativas “están incumpliendo compromisos de compra” de productos frescos.
Por otra parte, destaca la seguridad en la entrega y el cobro que supone pertenecer a una cooperativa con su propia industria de transformación. Pero en las campañas para fresco, el mercado “está siendo mucho más problemático” por el cierre del canal Horeca y la difícil salida del producto no considerado de primera necesidad, como sucede con la alcachofa y el espárrago.
“En los casos posibles se está aumentando el destino a transformación. Y también se están levantando esparragueras y se está destinando producto a retirada. Los bancos de alimentos no pueden absorber todo por lo que no absorbe el mercado y algunos están pensando también en la no recolección o la recolección parcial”, analiza.
Algunos productores de alcachofa y espárrago “están pensando en la no recolección o la recolección parcial”.
A estas dificultades se suman la lluvia y el viento, que están paralizando la preparación de las nuevas plantaciones. Las plantas ya se han comprado y, si no se llega a tiempo, “habría graves problemas”. De hecho, en algunas cooperativas existe bastante preocupación porque puede darse la tesitura de que los agricultores decidan no plantar algunos productos o no utilizar plásticos ya adquiridos.
Además, las cooperativas de este ramo ven importante ampliar el plazo de la PAC porque las parcelas sufren cambios hasta última hora y no están llevando el ritmo habitual. También ven necesario ampliar las justificaciones de las inversiones en industrias agroalimentarias, “por lo menos a la duración del estado de alerta”. Y, por último, las implicadas en el programa de distribución de “frutas en escuelas” plantean entregar estos productos a bancos de alimentos u organizaciones que, actualmente, estén asumiendo el reparto a niños que antes comían en los colegios.
EL CEREAL
Las cooperativas cerealistas trabajan con “normalidad”. Eso sí, continúan con las medidas especiales de trabajo desde que se inició el estado de alarma, de modo que en la mayoría se están “reduciendo el contacto con los socios y el horario de atención”.
Las cooperativas que tramitan la PAC siguen trabajando a distancia con el socio y, en algún caso que les es totalmente imposible adelantar trabajo por vía telefónica, van a prepararse con mamparas de protección “para hacer las solicitudes de forma presencial y con la suficiente seguridad”. No obstante, “el ritmo de trabajo es muy lento puesto que, mediante el teléfono y en muy pocos casos mail, es complicado aclarar la información necesaria para las declaraciones y se dificulta el entendimiento con el agricultor”. La razón: se dificulta el entendimiento con el agricultor al no poder apoyarse en las imágenes gráficas “para situar los cultivos de
su explotación”.
En las cooperativas cerealistas donde se van a realizar las inspecciones de la PAC mediante monitorización, inquieta la falta de formación sobre el manejo de las ‘apps’ móviles, diseñadas para permitir la comunicación con la Administración.
Igualmente, alguna cooperativa ha transmitido su preocupación porque se ve con dificultades para cumplir los plazos de los seguros agrarios, “teniendo en cuenta que antes de esas fechas no va a ser posible concluir las PAC y temen tener errores por no poder contar con la información verificada por los socios”.
En las zonas donde este año se van a realizar las inspecciones de la PAC por el sistema de monitorización, también inquieta el hecho de no haber realizado acciones de formación a los socios “para que adquieran la capacitación suficiente en el manejo de las ‘apps’ móviles, diseñadas para permitir la comunicación con la Administración y la resolución de las incidencias que se deriven de las inspecciones”.
Y, al igual que sucede en las hortofrutícolas, se están registrando “problemas” para disponer de material de protección como mascarillas. De modo que, “en la mayoría de las ocasiones”, las están reutilizando.
ERTE EN LAS BODEGAS
El mercado español de las bodegas está “completamente parado” debido al cierre forzado de bares, restaurantes y hoteles. De modo que las bodegas se limitan a mantener los pedidos de las tiendas de alimentación y supermercados: “El volumen de actividad depende del porcentaje de ventas que tengan en este canal”.
En una línea similar, el de exportación “está muy parado”, apenas llegan nuevos pedidos y algunos de los que han surgido en los últimos días se han frenado. “La esperanza sigue siendo China, que parece que vuelve a recuperar algo de actividad y, en los próximos días, parece que puede comenzar a realizar nuevos pedidos”, apuntan desde UCAN. Finlandia y Suecia también podrían mantener un poco el pulso.
China es “la esperanza” de las bodegas, ya que “parece que vuelve a recuperar algo de actividad y, en los próximos días, puede comenzar a realizar pedidos”.
De modo que todas “están valorando” o “ya han presentado” el correspondiente ERTE. Aunque también es cierto que muchas, al menos por ahora, “sigue capeando la situación con vacaciones”. Eso sí, “nadie habla de cierre total, en todo caso son ERTE parciales”, que probablemente aumentarán en estos días.
Así, las empresas del sector han reducido sus horarios de trabajo y evitan “al máximo” el contacto entre trabajadores. Sus tiendas, salvo “alguna pequeña excepción”, están cerradas. Y están tramitando solicitudes para retrasar pagos.
A diferencia de lo que sucede en algunas cooperativas hortofrutícolas y cerealistas, las bodegas sí cuentan con materiales y equipos de protección en estos momentos. Eso sí, les ha costado bastante esfuerzo conseguirlos. “Están intentando abastecerse en la medida de lo posible y racionar al máximo estos materiales. Pero si se mantiene la situación, podrían tener problemas para abastecerse”, advierte la Unión de Cooperativas Agroalimentarias de Navarra.
Debido al ‘stock’ existente, en algunas bodegas y zonas puede darse el caso de que no quepa el vino de la nueva cosecha.
Una de las mayores preocupaciones de este sector se centra en la próxima campaña. Sobre todo porque se prevé una vendimia “muy abundante”, que puede sorprender a las empresas “con existencias muy elevadas”. Es más, en determinadas bodegas y zonas podría darse el caso de que “no cupiera el vino de la nueva cosecha”.
Además, hay que tener en cuenta que este año, en muchos casos, ya había operaciones cerradas (aunque está por verse si se cumplen los contratos). Pero para el año que viene, “habrá que firmar nuevos contratos”…
LAS ALMAZARAS
Solo quienes sirven a tiendas de alimentación y supermercados mantienen la actividad, aunque “han bajado las ventas”. No sucede lo mismo con las empresas que trabajan con el canal Horeca, que están prácticamente paradas.
“Todos los trujales han implantado las mismas medidas de seguridad que las bodegas para prevenir contagios: atención al socio por teléfono, reducciones de jornada, evitar al máximo contactos entre empleados, etc”, señala UCAN. De momento, cuentan con stock de mascarillas, hidrogeles, etc.
DESTILERÍAS
Aunque también deben aplicar importantes medidas de prevención (uso de EPI, cierre de comedores, vestuarios y todo tipo de instalaciones comunes…), pueden operar “con normalidad”.
COOPERATIVAS GANADERAS
Como ya avanzó NavarraCapital.es, la situación del ovino y el caprino es “crítica”. Incluso con las recientes medidas aprobadas por el Gobierno foral. El cierre de la restauración y la imposibilidad de celebrar eventos y reuniones familiares han hecho que la demanda de cordero “caiga en picado, con una disminución de ventas cercana al 85 %”. La preocupación es tal que existen dudas sobre “la continuidad de explotaciones”.
Por otra parte, la caída de la demanda de carne de vacuno, otro problema sobre el que también informó este medio, va a más: “Se nota el cierre de los establecimientos de restauración, principales puntos de consumo de los animales de mayor edad”. Al menos, el mercado de la leche “empieza a volver a la normalidad”.
“Ha habido algunas dificultades para mantener la mano de obra en la industria avícola, pero parece que en los últimos días la situación se ha estabilizado”.
El sector porcino no tiene problemas para producir. El consumo doméstico “se mantiene” y parece que se recupera el canal de exportación a China. Hay cierta preocupación sobre el funcionamiento del matadero, debido a “una menor cadencia de sacrificio por reducción de personal”, pero los productores confían en que pueda dar respuesta a las necesidades actuales.
El avícola sí está registrando un “gran aumento de la demanda para consumo doméstico”, aunque existe cierta incertidumbre de si esta nueva situación perdurará o desaparecerá al superar la crisis del Covid-19. “Ha habido algunas dificultades para mantener la mano de obra en la industria, pero parece que en los últimos días la situación se ha estabilizado”, indica.
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